AGENCIA
CDMX.- El exjefe de oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Martín Borrego Llorente, ha generado controversia tras utilizar el Museo Nacional de Arte (Munal) para celebrar lo que calificó como un evento diplomático, pero que resultó ser la recepción nupcial con su esposo, Ionu Vâlcu, jefe adjunto de la embajada de Rumania en México.
La solicitud inicial, presentada el 11 de septiembre, argumentaba que el acto conmemoraría los 89 años de relaciones diplomáticas entre México y Rumania. Sin embargo, el 4 de octubre, el evento reunió a 70 invitados, incluidos diplomáticos y la entonces canciller Alicia Bárcena, en un ambiente claramente festivo con prendas florales y anillos, según videos y fotos difundidos.
Borrego aseguró que la celebración no fue una boda, sino un brindis privado, y afirmó que todos los gastos fueron cubiertos con recursos personales. No obstante, admitió haber utilizado un correo institucional para gestionar la solicitud, lo que calificó como impropio de un funcionario público.
El escándalo llevó a su renuncia como Coordinador de Contacto con la Ciudadanía en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). En su carta de renuncia dirigida a Alicia Bárcena, reconoció que su actuación no fue correcta y lamentó el impacto en la confianza depositada en él.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), que administra el Munal, intentó minimizar el incidente afirmando que el evento había sido solicitado como un cóctel diplomático. Sin embargo, la Cancillería confirmó que el Órgano Interno de Control inició una investigación al respecto.
El caso pone en el centro del debate el uso indebido de espacios públicos y los límites éticos en la gestión de los funcionarios.
¡En cualquier país civilizado ya estaría despedido y rindiendo cuentas ante la Función Pública!
¿Si era un evento diplomático se tuvo que pagar con recursos PÚBLICOS de la embajada o de la SRE? ¿Desde cuándo los eventos “diplomáticos” de la SRE se pagan con “recursos privados”?
Ya es “gatísimo” ser funcionario de Morena, ¡pero usar un museo para fines personales y con mentiras es de quinta!