De la Redacción
El Buen Tono
Región.- Veracruz atraviesa una crisis hídrica sin precedentes que amenaza con profundizarse. Al cierre de 2024, el estado figura como uno de los más golpeados por la sequía a nivel nacional, enfrentando un alarmante déficit de lluvias agravado por la corrupción de los gobiernos municipales.
Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), este año ha sido el cuarto más seco desde 1981, con ocho de los 11 meses presentando precipitaciones por debajo de la media. Noviembre cerró con un déficit de lluvias de casi el 60%.
Roberto Zapata Ronzón, meteorólogo del organismo Cuenca Golfo-Centro, detalló que el mes más crítico fue mayo, con un déficit del 91.9%, seguido de marzo y abril, con carencias del 56.5 y 49.4%, respectivamente.
Mientras el déficit hídrico se agrava, la corrupción de los gobiernos municipales ha intensificado la crisis, diversos alcaldes desvían recursos destinados a proyectos esenciales como sistemas de captación, almacenamiento y distribución de agua.
Además, los organismos municipales de agua potable, creados para garantizar el acceso al recurso, se han convertido en “cajas chicas” de las administraciones locales, dejando a la población sin soluciones.
Una de las mayores omisiones es la falta de plantas de tratamiento de aguas residuales, indispensables para limpiar los ríos y garantizar una fuente sostenible de agua.
El racionamiento de agua afecta directamente a hospitales, escuelas y hogares, mientras sectores productivos como la agricultura y ganadería reportan pérdidas por la falta de recursos hídricos. En comunidades rurales, habitantes tienen que pagar pipas privadas, afectando a su economía.
