AGENCIA
Shanghái, China.- El embajador de China en Estados Unidos, Xie Feng, advirtió que la posible revocación del estatus de “relaciones comerciales normales permanentes” (PNTR) para China “sacudiría los mismos cimientos” del sistema global de comercio.
En un discurso ante la Cámara General China de Comercio en Chicago, Xie señaló que la propuesta, presentada en noviembre por el congresista republicano John Moolenaar, busca eliminar la designación PNTR otorgada a China desde el año 2000. Según Moolenaar, esta medida sería una respuesta a lo que considera prácticas comerciales injustas por parte de China, que han “erosionado” la industria manufacturera estadounidense y trasladado empleos al país asiático.
Xie Feng enfatizó que el estatus PNTR no es un “favor unilateral” de Estados Unidos, sino una obligación que todos los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) deben cumplir. Además, advirtió que un “desacoplamiento” de las economías de ambas naciones sería perjudicial para Estados Unidos, comparándolo con “pegarse un tiro en el pie”.
“La guerra comercial se ha convertido en una espada de Damocles que pende sobre los negocios estadounidenses. Convertir los aranceles en un arma no es la solución y podría desencadenar un círculo vicioso de represalias económicas”, declaró el diplomático.
Xie llamó a replantear las relaciones entre ambos países, planteando: “¿Qué debemos elegir: ser amigos de mil 400 millones de personas o enfrentarnos entre nosotros? La respuesta es evidente”.
Las relaciones entre Pekín y Washington enfrentan un panorama incierto tras la victoria electoral de Donald Trump, quien prometió reinstaurar aranceles a las importaciones chinas. Durante su primer mandato (2017-2021), Trump inició la guerra comercial contra China, imponiendo fuertes medidas arancelarias.
Por su parte, la consultora Capital Economics estima que un arancel del 60 por ciento (%) impactaría únicamente un 1.1% del PIB chino, aunque podría reducirse al 0.7% si Pekín deprecia el yuan.
Mientras tanto, la administración de Joe Biden, en sus últimas semanas antes del traspaso de poderes, anunció restricciones al desarrollo de chips en China, a lo que Pekín respondió limitando la exportación de metales clave como galio y germanio, esenciales para la industria tecnológica.
China controla el 98% de la producción global de galio, lo que podría generar disrupciones significativas en las cadenas de suministro estadounidenses, según la consultora Trivium.
La disputa comercial se intensifica mientras ambos países enfrentan decisiones cruciales que podrían redefinir las reglas del comercio global y sus relaciones bilaterales en los próximos años.