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Nahle llega y resuelve; va a mejorar el estado

Superiberia

De la Redacción

El Buen Tono

Región.- El contraste no podría ser más evidente: mientras a Rocío Nahle le bastó un solo día en el cargo para eliminar la caseta de cobro en Coatzacoalcos, Cuitláhuac García Jiménez tuvo cinco años para retirar la de Fortín y fracasó rotundamente.  

La eliminación de la caseta de Fortín no fue un logro del ex gobernador, sino el resultado de una presión sostenida de empresarios de Córdoba y Orizaba, quienes se reunieron en repetidas ocasiones con el director jurídico de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), José Luis Palomares. Fue esta intervención la que resolvió el problema, no la voluntad de un mandatario que se limitó a poner excusas y pretextos para justificar su incapacidad.  

Durante años, los veracruzanos padecieron largas filas de hasta una hora para recorrer el tramo entre Córdoba y Orizaba, mientras Cuitláhuac insistía en que “no se podía” retirar la caseta.  Ahora, con la rapidez con la que Rocío Nahle resolvió una situación similar en Coatzacoalcos, queda claro que lo que faltó en Veracruz fue un gobernador con liderazgo y capacidad de gestión.  

El fracaso de García Jiménez no sólo simboliza cinco años de rezago, sino que también exhibe su falta de compromiso con los problemas reales de los ciudadanos.

Su gestión será recordada como una de promesas incumplidas, justificaciones vergonzosas y una parálisis administrativa que hundió al estado en el estancamiento.  

Mientras, Rocío Nahle envía un mensaje claro: cuando un gobernante tiene voluntad y decisión, los cambios son inmediatos. 

Esto deja a Cuitláhuac expuesto como un gobernador de pretextos, incapaz de mover al estado hacia adelante, convirtiéndolo en un lastre para Veracruz.

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