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Veracruz.- Diciembre es sinónimo de celebración, luces y tradiciones, pero también de una práctica que causa estragos en la fauna: el uso de pirotecnia. Aunque los fuegos artificiales son considerados un símbolo de festividad, su impacto en los animales, tanto domésticos como silvestres, es devastador y muchas veces ignorado.
La explosión de cohetes genera ruidos ensordecedores que superan los 150 decibeles, un nivel de sonido que provoca terror en aves, mamíferos e incluso insectos. Animales como perros y gatos sufren de ansiedad extrema, lo que los lleva a esconderse, huir de casa o, en casos más graves, a sufrir ataques cardíacos. Las aves, desorientadas por el ruido, abandonan sus refugios y chocan contra edificios, cables o árboles, lo que a menudo resulta en su muerte.
La fauna silvestre no está exenta de los daños. En zonas rurales o boscosas, especies como zorros, conejos y venados huyen despavoridos, abandonando a sus crías o quedando expuestos a depredadores. Además, los residuos tóxicos de la pólvora contaminan el suelo y los cuerpos de agua, afectando a los ecosistemas de manera prolongada.
Las autoridades y organizaciones ambientales instan a la población a evitar el uso de pirotecnia y a optar por celebraciones más amigables con el medio ambiente. Alternativas como espectáculos de luces LED o actividades culturales ofrecen una forma de disfrutar de las fiestas sin causar daño a los animales.
En estas fechas, el llamado es claro: celebremos con conciencia y empatía, recordando que compartir el mundo con la fauna implica también protegerla de nuestras propias tradiciones.