AGENCIA
Río de Janeiro.- En un alarmante episodio de violencia policial en Sao Paulo, Brasil, un agente de la policía militar fue captado arrojando a un hombre desde un puente hacia un río en la madrugada del lunes, provocando indignación y rechazo en todo el país.
El incidente fue grabado y transmitido por estaciones de televisión locales, mostrando cómo varios oficiales se encontraban en el puente junto a motocicletas. Uno de ellos se acercó a un hombre vestido con camiseta azul, lo levantó por las piernas y lo lanzó al vacío. Hasta la mañana del martes, no se había confirmado si el hombre había sobrevivido.
La Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo emitió un comunicado informando que los oficiales involucrados han sido identificados y suspendidos. Asimismo, la institución repudió el acto y anunció una investigación para esclarecer lo ocurrido.
El caso generó una ola de indignación en redes sociales y entre figuras públicas. “Qué absurdo, qué cobarde, qué asqueroso”, comentó el periodista Guga Noblat en la plataforma X.
Por su parte, el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, calificó la acción como inaceptable y prometió sanciones severas. “Aquellos que disparan a personas por la espalda, aquellos que llegan al punto de arrojar a alguien desde un puente, claramente no están capacitados para llevar este uniforme”, declaró en un comunicado en X.
El caso ocurre en un contexto de creciente violencia policial en el estado. Según el Instituto Sou da Paz, los adolescentes asesinados por la policía aumentaron un 58.3 por ciento (%) durante el primer año de mandato de De Freitas, comparado con 2022. Entre enero y agosto de 2024, la policía de Sao Paulo mató a 510 personas, un incremento del 56% respecto al mismo periodo del año anterior.
El gobernador, aliado del expresidente Jair Bolsonaro, enfrenta críticas por el manejo de las fuerzas de seguridad, en un estado que registra cifras alarmantes de letalidad policial.
Este nuevo incidente subraya la necesidad de reformas urgentes en la formación y control de las fuerzas del orden en Sao Paulo, donde la brutalidad policial sigue cobrando vidas y desatando un fuerte rechazo social.