El presidente de Rusia, Vladímir Putin, emitió una amenaza directa este jueves, sugiriendo que Moscú podría utilizar su nuevo misil hipersónico Oréshnik contra centros de toma de decisiones en Kiev si continúan los ataques con armas occidentales de largo alcance sobre territorio ruso. Durante una rueda de prensa en Astaná, tras asistir a una cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), Putin dejó en claro que Rusia no dudará en responder a los “actos de agresión” provenientes de Ucrania.
El mandatario ruso explicó que la respuesta de Rusia dependería del tipo de objetivo, señalando que, de ser necesario, el Oréshnik podría utilizarse contra instalaciones militares y centros de comando en la capital ucraniana. “Para cada objetivo se debe utilizar un instrumento diferente”, subrayó Putin, destacando que la agresión de Kiev contra “instalaciones críticas” rusas, incluyendo aquellas en Moscú y San Petersburgo, ha llevado a una situación donde la respuesta es inevitable.
En su intervención, Putin también reiteró que la aparición del Oréshnik, el nuevo misil hipersónico de Rusia, no ha alterado su posición respecto a la resolución del conflicto con Ucrania. Según el presidente ruso, su postura hacia las negociaciones de paz sigue siendo la misma, y los términos que definió en su discurso de junio ante el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia continúan siendo las condiciones para cualquier acuerdo.
Putin demandó la retirada de las tropas ucranianas de los territorios que ahora forman parte de Rusia, incluyendo las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y las regiones de Zaporiyia y Jersón. Además, subrayó que Ucrania debe comprometerse a un estatus de no alineado, llevar a cabo una desnazificación y desmilitarización, y que se levanten todas las sanciones impuestas por Occidente.
La situación se agrava aún más con las continuas tensiones sobre el suministro de armas nucleares a Ucrania. Putin advirtió enérgicamente que Rusia no tolerará la transferencia de armas nucleares a Kiev. “Si alguna potencia accede a esa transferencia, violaría todas las obligaciones asumidas en el ámbito de la no proliferación de armas de destrucción masiva”, afirmó, dejando claro que la respuesta de Rusia sería “absolutamente proporcional” ante cualquier amenaza nuclear.
El conflicto parece no dar señales de cesar, con el uso del Oréshnik contra una fábrica militar ucraniana el 21 de noviembre como un claro indicio de la escalada en la guerra. A pesar de los esfuerzos por contener la crisis, Putin dejó en claro que Rusia no retrocederá frente a las amenazas extranjeras y que, en caso de ser necesario, recurrirá a “todos los medios a su alcance” para proteger su territorio.
Las palabras de Putin, marcadas por la tensión internacional y la creciente militarización del conflicto, mantienen al mundo en alerta, mientras se plantean nuevas incógnitas sobre la evolución del enfrentamiento y las posibles repercusiones a nivel global.