AGENCIA
Honduras.- La desaparición de Yofeli, una adolescente de 12 años de edad, generó conmoción en el municipio de San Jorge, departamento de Ocotepeque, tras ser reportada como desaparecida el pasado sábado 23 de noviembre. Según la información disponible, la menor salió de su casa tras ser contactada por “una amiga” que conoció a través de redes sociales.
Este miércoles, la página de Facebook “¿Dónde Están?”, dedicada a la búsqueda de personas desaparecidas, confirmó que Yofeli fue localizada **sana y salva**. La plataforma agradeció el apoyo recibido para compartir información que ayudó en su localización.
“Gracias a todos por el apoyo, logramos localizar a la niña sana y salva. Esa es nuestra misión, la LOCALIZACIÓN CON VIDA DE UN DESAPARECIDO”, señaló la página en un comunicado.
Su tía, identificada como Elena Aguila, también confirmó el hallazgo a través de redes sociales, y aprovechó para hacer un llamado a los padres de familia sobre los riesgos que enfrentan los menores de edad en plataformas digitales.
De acuerdo con información preliminar, Yofeli fue contactada por otra adolescente, quien acudió a su domicilio el sábado antes de que ambas se marcharan con rumbo desconocido. Versiones no oficiales indicaron que habían sido vistas cerca de la frontera con Guatemala, en la zona de Agua Caliente, lo que generó temor de que pudieran ser víctimas de trata de personas o de algún engaño del crimen organizado.
La página “¿Dónde Están?” había alertado sobre el riesgo de que las menores fueran manipuladas para abandonar el país.
Este caso ha desatado un debate sobre el uso de plataformas digitales por parte de menores de edad, destacando los riesgos asociados. Expertos y organismos como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recomiendan:
– No prohibir el uso de redes sociales, sino supervisarlo de manera equilibrada.
– Establecer comunicación abierta con los menores.
– Definir reglas claras sobre el uso de internet y redes sociales.
– Monitorear su salud mental y emocional.
El caso de Yofeli pone de relieve la necesidad de fortalecer medidas preventivas para proteger a los menores frente a los riesgos digitales y posibles delitos como la trata de personas.