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Chiapas.- El 23 de noviembre, una familia completa desapareció mientras circulaba por la carretera La Angostura, al sur de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, bajo circunstancias que apuntan a un posible secuestro. La noticia comenzó a circular en redes sociales, a través de denuncias que alertaban sobre la desaparición de los siete miembros de la familia, entre ellos seis adultos y un menor de 12 años.
De acuerdo con información no oficial, los desaparecidos viajaban en una camioneta tipo Urvan, que fue localizada horas después, pero sin rastros de los ocupantes. Se presume que la familia fue interceptada por un comando armado en la comunidad 20 de Noviembre, en el municipio de Emiliano Zapata. Testigos han confirmado que un grupo armado a bordo de camionetas blancas se llevó a la familia con todo y la unidad, la cual, posteriormente, fue encontrada abandonada y aparentemente utilizada como transporte público local.
Las víctimas han sido identificadas como:
- Emanuel GC, de 12 años
- Rosario del Carmen Chulín Hernández, de 37 años
- Luis García Hidalgo
- Ciria Maricela González Gabriel
- Magdalena del Carmen Martínez Ballinas, de 41 años
- Patricia Rodríguez Sántiz
El caso ha puesto en evidencia el creciente problema de desapariciones en Chiapas. Según cifras de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), el estado cuenta con mil 387 casos de personas desaparecidas y no localizadas, lo que refleja parte de los 118 mil 976 reportes a nivel nacional. Aunque Chiapas no se encuentra entre las entidades con mayor número de desapariciones, los casos de niños, niñas y adolescentes son alarmantes. Entre enero y octubre de 2024, se reportaron 663 desapariciones de menores en la entidad, casi el doble que en el mismo periodo de 2023.
En particular, Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y San Cristóbal de las Casas concentran una alta incidencia de desapariciones, con 130, 74 y 51 casos respectivamente. Este fenómeno se enmarca en el contexto de una guerra criminal por el control de los municipios fronterizos y las rutas migratorias, lo que ha convertido a Chiapas en un territorio de alto riesgo, donde grupos delictivos recurren al reclutamiento forzado de jóvenes para fortalecer sus filas.
El clima de violencia e inseguridad en la entidad ha dejado a muchos chiapanecos a merced de las bandas criminales, que operan con impunidad y tienen un fuerte impacto en la vida cotidiana de sus habitantes.