Agencias
México.- El peso mexicano experimentó una fuerte depreciación este martes 26 de noviembre, luego de las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció su intención de imponer aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, además de un 10% a los productos de China. Las amenazas comerciales generaron incertidumbre entre los inversionistas, lo que afectó la confianza en la moneda mexicana.
A raíz de estas declaraciones, el dólar subió más de un 2% frente al peso, alcanzando su nivel más alto en cuatro años y medio frente al dólar canadiense. En el mercado interbancario, el peso cotizó a 20.51 unidades por dólar, marcando una pérdida del 1.17% respecto al lunes.
Móvil de las amenazas de Trump
Trump vinculó estas medidas comerciales a su preocupación por el control de la inmigración ilegal, especialmente desde México, y sugirió que implementará los aranceles inmediatamente después de asumir su mandato el 20 de enero. Esta perspectiva de un endurecimiento en las políticas comerciales generó temores sobre un posible escenario de mayores restricciones comerciales, lo que afectó negativamente la estabilidad del peso.
El reporte de Banco Base indicó que el aumento de la “aversión al riesgo” en los mercados, ante la posibilidad de un segundo mandato más radical de Trump, se reflejó en el tipo de cambio y en la percepción de los inversionistas sobre el futuro económico de México. La incertidumbre sobre la relación comercial entre ambos países ha elevado la volatilidad en los mercados, con el dólar ganando terreno frente al peso y otras monedas extranjeras.
Pronósticos y contexto
Aunque el tipo de cambio interbancario arrancó con un fortalecimiento de 0.82% a 20.47 pesos por dólar, la tendencia general es la depreciación del peso mexicano ante las amenazas de aranceles. Expertos y analistas comentan que el panorama comercial se mantiene incierto, y las políticas de Trump podrían continuar influyendo en la dinámica económica de la región, afectando tanto a México como a sus socios comerciales.
Este aumento en la aversión al riesgo refleja también la creciente preocupación por los posibles efectos de estas políticas sobre las exportaciones mexicanas y la economía en general, especialmente en sectores clave como la industria automotriz y la manufactura.