De la Redacción
El Buen Tono
Fortín.- La Comisión de Agua y Saneamiento de Fortín (CASF), registra estrés hídrico sin precedentes, con fugas de agua, tomas clandestinas, y un desabasto crónico que afecta a miles de habitantes.
Por si fuera poco, la deficiencia de la administración municipal que preside Gerardo Rosales, en nada ayuda a los pobladores que padecen el problema todos los días.
Según datos oficiales de la CASF, en este año se perdieron 2 mil 113 metros cúbicos del vital líquido por las fugas, lo que requirió un millón 500 mil pesos para tratar de solucionar la deficiencia que existe.
La infraestructura hidráulica de la zona, que data de más de 60 años, es uno de los principales obstáculos para garantizar el suministro de agua potable a los usuarios.
Además, las tomas clandestinas se convirtieron en un problema grave, con un estimado de 200 a 300 detectadas en la cabecera municipal, Monte Blanco, San José y Villa Unión, denunciaron afectados.
Aunque el organismo operador registró 9 mil 916 limitaciones por irregularidades, sólo algunas de ellas de legalizaron.
Dicha situación generó críticas por la falta de acción efectiva para abordar el problema.