AGENCIA
Nacional.- A pocos días de concluir su periodo como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar alertó sobre los riesgos de la reforma promovida por Morena para que los jueces sean electos por voto popular. Según el Ministro, esta medida podría devolver al máximo tribunal a los tiempos del PRI, cuando los Ministros evitaban contradecir al Presidente de la República con sus resoluciones.
“Creo que se está regresando a esa época. Yo lo veía cuando fui secretario de Estudio y Cuenta de la Corte en 1978. Había una reverencia al poder del Presidente, y eso se corrigió en la reforma de 1995”, señaló Aguilar, quien deja su cargo el 30 de noviembre tras 15 años como Ministro y una trayectoria de 56 años en el Poder Judicial.
Aguilar sostuvo que la reforma de Morena limitará a la SCJN como tribunal constitucional, ya que la mayoría en el Congreso tiene la capacidad de modificar la Constitución con rapidez para prevenir o revertir sentencias desfavorables.
Además, destacó que los compromisos políticos derivados de la elección popular podrían influir en las decisiones de los futuros jueces y magistrados. “Habrá compromisos que van a incidir en la forma de tomar decisiones en la Corte”, advirtió.
La salida de Aguilar marca un punto de inflexión para la SCJN. La reforma judicial no solo transforma la operación del tribunal, sino que ya impide al Senado y al Ejecutivo designar a un sustituto inmediato. Con la primera elección popular de jueces programada para junio de 2025, la Corte enfrentará un periodo sin la posibilidad de completar su integración.
Luis María Aguilar es el único miembro de la SCJN que ha ocupado todos los puestos en la carrera judicial, desde mecanógrafo hasta Presidente de la Corte (2015-2018). Durante su gestión, fue un crítico frecuente de las políticas del Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que lo convirtió en blanco de constantes señalamientos.
El Ministro se retira tranquilo por su trayectoria, pero expresó tristeza por los ataques hacia los jueces y la indiferencia social ante una reforma que transforma profundamente el sistema judicial. “Es un cambio que afecta la esencia misma de la justicia en el país”, concluyó.
La despedida de Aguilar no solo cierra un capítulo en su vida profesional, sino que simboliza un momento crucial para la justicia mexicana, cuya independencia enfrenta un desafío sin precedentes.