En un giro sorprendente, el gobierno de Estados Unidos ha solicitado a Google que venda su famoso navegador Chrome como parte de un esfuerzo para frenar su dominio en el mercado de las búsquedas en línea. Esta solicitud fue presentada por el Departamento de Justicia ante un juez federal en Washington, y podría representar un golpe duro para la compañía.
Desde su lanzamiento en 2008, Chrome ha dominado el mercado, con una cuota cercana al 70%, desplazando a competidores como Edge de Microsoft y Safari de Apple. Pero si Google se viera obligada a venderlo, el impacto sería significativo. La profesora Beth Egan, experta en publicidad, destaca que Chrome no solo es crucial para las búsquedas, sino también para los algoritmos que Google usa en productos como Maps y su sistema de publicidad.
Los analistas coinciden en que la venta de Chrome podría rondar los 15 mil millones de dólares, aunque el futuro de la marca y su enorme base de usuarios de más de tres mil millones de personas sigue siendo incierto. ¿Quién podría comprarlo? La venta a otra gran empresa de tecnología parece complicada debido a las restricciones antimonopolio, aunque algunas fuentes sugieren que el gobierno estadounidense podría autorizar la venta a un grupo nacional con el fin de fortalecer la innovación en inteligencia artificial.
Si bien muchos usuarios seguirían utilizando Chrome sin importar su propietario, siempre que mantenga su calidad, los expertos no están seguros de si la Corte acogerá estas medidas extremas. Y con una administración de Trump aún influenciando el caso, el futuro de este conflicto sigue siendo impredecible.