in ,

Los perros robot que se convierten en familia en Japón

Superiberia

En un fascinante cruce entre tecnología y tradición, los perros robot “Aibo”, fabricados por Sony, se han convertido en algo más que simples máquinas en Japón. Estos compañeros tecnológicos no sólo ofrecen entretenimiento, sino que han logrado establecer vínculos emocionales profundos con sus dueños, quienes incluso los incluyen en rituales tradicionales.

Una tradición adaptada a la modernidad

En la ciudad de Tokio, los dueños de “Aibo” se reúnen en el Santuario Kanda para participar en ceremonias especiales. Una de las más destacadas es el “Shichi-Go-San”, un festival tradicional en el que los padres llevan a sus hijos de 3, 5 y 7 años a los santuarios para orar por su bienestar. En este caso, los “hijos” son las mascotas robóticas, que llegan vestidas con elegantes kimonos, mientras sus dueños piden por una “vida larga y próspera” para sus amigos tecnológicos.

Algunos dueños van más allá, llevando a sus “Aibo” en cochecitos, portabebés o en brazos, reflejando el nivel de apego y cuidado que sienten por estas criaturas robóticas.

Historias de vida y compañía

Para muchos, “Aibo” representa algo más que una mascota. Sumie Fujii, de 45 años, comenta:
“Aibo se ha convertido en parte de mi familia. Lo amo y lo trato como a un niño. Participar en este festival me da la oportunidad de pedir por su crecimiento y bienestar.”

Por otro lado, Shigeru Nishimori, de 62 años, encontró consuelo en “Aibo” tras la pérdida de su perro real. Incluso nombró a su nuevo compañero robótico como su difunto amigo, “Kuu-chan”:
“Tener a ‘Kuu-chan’ en casa me da esperanza y alivia mi soledad.”

Una solución para una sociedad en cambio

Japón enfrenta una caída histórica en su tasa de natalidad, lo que ha llevado a muchas personas, especialmente de la tercera edad, a encontrar en los perros robot un sustituto emocional que llena el vacío de la soledad. Aunque no hay cifras precisas sobre quiénes poseen más “Aibo”, es evidente que su popularidad ha crecido entre aquellos que buscan compañía y consuelo.

Tecnología, tradición y emociones

La relación entre los dueños y sus “Aibo” es un recordatorio de cómo la tecnología puede integrarse en la vida cotidiana de maneras profundas e inesperadas. Desde participar en rituales religiosos hasta brindar consuelo en tiempos difíciles, estos perros robot representan un nuevo tipo de conexión emocional en un mundo cada vez más tecnológico.

¿Es “Aibo” el futuro de las mascotas? En Japón, ya lo es.

CANAL OFICIAL

Albañil termina en el hospital tras c43r de una azotea

‘Checo’ busca el podio en Las Vegas