La península de Reikjanes, en el suroeste de Islandia, volvió a ser el escenario de la fuerza de la naturaleza este miércoles por la noche, cuando un volcán entró en erupción por séptima vez desde diciembre. Según informó la Oficina Meteorológica Islandesa (IMO), la actividad comenzó a las 23:14 horas cerca de Sundhnúksgígar, en las proximidades de Stóra Skógfell.
Lava y evacuaciones
Imágenes en directo del lugar muestran la lava emergiendo de una larga fisura, aunque su longitud aún no ha sido determinada. A pesar de que no hay infraestructura en peligro inmediato, las autoridades han iniciado la evacuación del pueblo pesquero de Grindavík, siguiendo protocolos utilizados en episodios anteriores.
“La actividad está localizada, y no representa un peligro inmediato para la población,” afirmó Benedikt Ofeigsson, especialista de la IMO, en declaraciones a la radio pública islandesa.
Un ciclo de erupciones inusual
Esta es la séptima erupción en la península de Reikjanes desde que la actividad volcánica reapareció en 2021, tras permanecer ocho siglos dormida. Este fenómeno refleja la dinámica geológica única de Islandia, conocida como la “tierra de fuego y hielo” por su intensa actividad volcánica.
¿Por qué tantas erupciones?
Islandia se encuentra sobre la dorsal mesoatlántica, una zona de separación entre las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia. A medida que estas placas se alejan, el magma asciende por las grietas, formando volcanes y creando nueva corteza terrestre.
Además, el país está sobre un punto caliente, una región del manto terrestre donde el calor es extremadamente elevado, lo que potencia aún más el vulcanismo. Este entorno convierte a Islandia en un laboratorio natural para estudiar la interacción entre placas tectónicas y puntos calientes.
Un desafío con oportunidades
Con 33 volcanes activos y un promedio de una erupción cada cinco años, la actividad volcánica es parte de la vida cotidiana en Islandia. A pesar de los riesgos, como inundaciones glaciares (jökulhlaups) o interrupciones del tráfico aéreo por cenizas volcánicas, el calor geotérmico generado por esta actividad es una fuente de energía limpia y sostenible que impulsa gran parte de la economía del país.
Mientras la península de Reikjanes sigue mostrando su fuerza, Islandia continúa siendo un recordatorio de la impresionante interacción entre la naturaleza y los seres humanos, donde el fuego y el hielo moldean el paisaje y la vida de sus habitantes.
¿Qué nos depara el próximo episodio volcánico en esta tierra extrema?