La NASA ha desvelado una imagen asombrosa tomada por el satélite Landsat 8 en junio de 2023, que revela el fascinante “Bosque de los Duendes” en Nueva Zelanda, un lugar tan mágico que parece salido de una película. Esta área, ubicada cerca del Monte Taranaki, aparece como un anillo casi perfecto de verde oscuro, rodeando la montaña en un paisaje que deja sin aliento.
Un bosque único con un toque sobrenatural
El “Bosque de los Duendes” es conocido por la forma peculiar de sus árboles, especialmente los de las especies siempreverdes rimu (Dacrydium cupressinum) y kámahi (Pterophylla racemosa). Estos árboles crecen de manera retorcida y deformada debido a la necesidad de adaptarse a los restos fosilizados de árboles anteriores que fueron destruidos en erupciones volcánicas pasadas. Además, están cubiertos de musgos y hepáticas, lo que les da un aire aún más misterioso y sobrenatural.
La zona circular de este enigmático bosque tiene un radio de 9,6 kilómetros y fue protegida en 1881 como reserva forestal. A lo largo de los años, el área fue ampliada hasta convertirse en el segundo parque nacional de Nueva Zelanda en 1900, lo que asegura su preservación y conservación.
Un volcán vigilante
El Monte Taranaki, que se alza majestuoso sobre este bosque, es un volcán activo que no ha tenido una erupción significativa en más de 200 años. Sin embargo, los científicos estiman que existe una probabilidad entre el 30% y el 50% de que el volcán entre en erupción en los próximos 50 años. A pesar de esta amenaza latente, el área continúa siendo un lugar de gran valor ecológico y cultural.
Un derecho legal sin precedentes
En 2017, el Monte Taranaki alcanzó un hito sin igual cuando se le otorgaron los mismos derechos legales que a una persona. Esta decisión fue tomada en reconocimiento de la profunda relación del pueblo maorí con la montaña, otorgándole un estatus especial que implica que cualquier daño a la montaña tendría las mismas consecuencias legales que dañar a un miembro de la tribu.
El “Bosque de los Duendes” y el Monte Taranaki son un testimonio de la belleza y el misterio de Nueva Zelanda, un lugar donde la naturaleza y la cultura se entrelazan de manera única. Este bosque, capturado en una imagen impresionante desde el espacio, sigue siendo uno de los destinos más fascinantes y protegidos del planeta.