AGENCIA
Canadá.- El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) enfrenta una nueva controversia que podría replantear su estructura y funcionamiento. Danielle Smith, primera ministra de Alberta, ha expresado su apoyo a la propuesta de excluir a México del acuerdo comercial, una postura originalmente planteada por el primer ministro de Ontario, Doug Ford. Esta iniciativa surge en medio de preocupaciones sobre el papel de México como una “puerta trasera” para productos chinos en el mercado norteamericano.
En una entrevista con la cadena CBC, Smith contundentemente respaldó la propuesta de Ford, afirmando: “Mil por ciento. Estoy muy en sintonía con lo que tiene que decir”. Ford ha argumentado que México no ha cumplido con las mismas condiciones comerciales que Canadá y Estados Unidos, especialmente al permitir la entrada de productos fabricados en China a América del Norte. “México se ha convertido en una puerta trasera para automóviles, autopartes y otros productos chinos”, enfatizó.
Smith subrayó que la situación es preocupante, ya que México, al incentivar la inversión china en su territorio, podría afectar negativamente la manufactura en Estados Unidos y Canadá. En este contexto, la primera ministra sugirió un “enfoque bilateral” entre su país y Estados Unidos, el cual permitiría a ambos evitar aranceles y fomentar una relación más equilibrada sin la participación de México.
Esta discusión se torna aún más relevante a la luz de la promesa del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien se comprometió durante su campaña a renegociar el T-MEC. La inquietud de Canadá y Estados Unidos se centra especialmente en las crecientes inversiones chinas en México, particularmente en el sector automotriz. Un ejemplo emblemático de esta dinámica es la empresa china BYD, que busca establecer una planta en México con el propósito de abastecer al mercado estadounidense.
Tanto Smith como Ford consideran que estas estrategias podrían debilitar la industria manufacturera en sus respectivos países y reavivaron el debate sobre el futuro del T-MEC, en medio de la próxima revisión programada para 2026.
Es importante destacar que excluir a México del T-MEC no solo alteraría el equilibrio comercial en la región, sino que también podría acarrear consecuencias económicas y diplomáticas de gran envergadura. México juega un papel crucial en la cadena de suministro de América del Norte, y su salida del tratado podría generar tensiones políticas y aumentar los costos para las empresas que operan en los tres países.
La controversia, que refleja no solo diferencias comerciales, sino también fricciones geopolíticas, plantea preguntas fundamentales sobre la viabilidad y la cohesión del T-MEC en un panorama comercial cada vez más complejo. A medida que la situación evoluciona, será vital observar cómo responderán las autoridades y los líderes empresariales en las próximas negociaciones y discusiones sobre el futuro del tratado.
Tienen razón, pero no es contra México es contra el gobierno y posible dictadura de Morena.
Como ya la secta no tiene enemigos internos, cuando en el extranjero tomen medidas debido a las estupideces que hacen van a empezar a sacar los pretextos de que es culpa del imperio y es culpa de las potencias extranjeras.
Pues si, pero no es tan sencillo, sería mejor que obliguen a México a cumplir con el tratado, Canadá tiene los recursos pero le falta mano de obra.