AGENCIA
Internacional.- A dos meses del inicio de un violento enfrentamiento entre dos facciones del Cártel de Sinaloa (CDS), el titular del Consejo de Seguridad Pública en Sinaloa, Miguel Calderón, advirtió que el estado podría regresar a la lista de las 50 ciudades más peligrosas del mundo. La “ola” de violencia desatada por la confrontación entre “Los Chapitos” y “Los Mayos” ha dejado un saldo alarmante de homicidios y delitos relacionados, lo que preocupa a las autoridades locales.
De acuerdo con el Centro Nacional de Información (CNI) del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el mes de septiembre de 2024, Sinaloa registró 144 homicidios dolosos, de los cuales 103 fueron cometidos con arma de fuego. En este contexto, Calderón señaló que la situación extraordinaria de violencia podría poner nuevamente al estado en la mencionada lista, aunque expresó su esperanza de que, en el mediano plazo, la violencia disminuya y Sinaloa logre salir de ella.
La violencia en el estado comenzó a escalar a principios de septiembre de 2024, cuando los enfrentamientos entre las facciones rivales del CDS se intensificaron, luego de la detención de Ismael Zambada García, “El Mayo”, exlíder del cártel. La detención, llevada a cabo el 25 de julio y posterior aparición en El Paso, Texas, generó una serie de reacciones violentas, con bloqueos de vialidades, balaceras, personas desaparecidas y homicidios en los meses siguientes.
En un informe presentado el 28 de octubre, la Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública reveló que en el periodo entre el 9 de septiembre y el 27 de octubre se aseguraron 512 armas en Sinaloa, una cifra que representa el 91 por ciento (%) de todo el armamento decomisado por las autoridades en 2023. Esta cifra, junto con el creciente nivel de violencia en el estado, subraya la magnitud del conflicto en curso y la circulación de armas en la región.
El Consejo Estatal de Seguridad Pública expresó su preocupación por estos datos, señalando que no solo reflejan el alto nivel de armamento en circulación, sino también el hecho de que estas cifras no incluyen los delitos que no han sido reportados o que no han sido capturados por las autoridades (la “cifra negra”). La situación continúa siendo crítica y las autoridades se enfrentan a una lucha constante para recuperar el control de la seguridad en el estado.
La guerra entre las facciones del CDS sigue siendo un desafío significativo para las autoridades en Sinaloa, y el futuro inmediato dependerá de la capacidad de las instituciones de seguridad para frenar la violencia y evitar que la situación se agrave aún más.