Atzacan.- Crispín de la Trinidad se dirigía como todos los días a su trabajo en una fábrica de plásticos a bordo de su bicicleta; ayer un automovilista terminó con su vida al arrollarlo cuando circulaba sobre la carretera
Orizaba-Atzacan.
El incidente registrado a la altura del Rancho San Isidro movilizó a personal de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) los cuales iniciaron las diligencias de campo para intentar ubicar al culpable de la muerte del trabajador de 50 años, el cual escapó para evadir cualquier responsabilidad.
Fueron sus hijos, Álvaro y Erika de la Trinidad Vera, los cuales tuvieron que identificar el cadáver de su padre y pidieron que se busque al responsable, para que se ejerza acción penal en su contra.
Estos hechos ocurrieron ayer por la tarde cuando Crispín de la Trinidad del Carmen, salió de su domicilio en la esquina de calle Poniente 1 y Norte 11 de la cabecera municipal de Atzacan. Se dirigía a su trabajo en la empresa Pauvi Plastic, ubicada en Norte 18 de Orizaba, por lo que abordó su bicicleta y se encaminó sobre la
principal vía.
Eran cerca de las 19:30 horas cuando a la casa de Crispin llegó un vecino del lugar, para notificarles que habían arrollado al padre de familia a la altura del Rancho San Isidro.
El cuerpo de Crispin estaba tendido sobre el área verde, boca abajo, con su pantalón color vino, pantalón crema y zapatos de trabajo; la bicicleta estaba destrozada.
Pronto llegaron elementos de la Policía municipal y personal de Protección Civil, los cuales intentaron verificar el estado de salud del trabajador, pero éste ya no respondía a ningún estímulo.
Por lo tanto fue necesaria la presencia del personal del Ministerio Público del sector Sur, quienes llegaron al sitio encabezadas por el fiscal Constantino Adrián Soto Castro.
Después de las diligencias de los Servicios Periciales y de las entrevistas a los familiares por parte de agentes de la Policía Ministerial, personal de las funerarias Vázquez llevaron a cabo el levantamiento del cadáver.
De acuerdo a los primeros indicios, sobre el asfalto había marcas de caucho, así como la salpicadera de un automóvil que pudieran corresponder a las del vehículo que embistió a Crispín, por lo que esas pruebas fueron colectadas para esclarecer este homicidio.
GUILLERMO RAMOS T.
EL BUEN TONO
