En una decisión que marca un nuevo giro en los procesos judiciales relacionados con los atentados del 11 de septiembre de 2001, un juez militar ha ratificado el acuerdo de culpabilidad de Khalid Sheij Mohamed, presunto arquitecto de los ataques, junto con dos de sus cómplices, Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi. Esta resolución vuelve a poner sobre la mesa la posibilidad de que los acusados enfrenten cadena perpetua en lugar de la pena de muerte, una noticia que fue celebrada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
Detalles del Acuerdo y el Papel de la Defensa
A cambio de su declaración de culpabilidad, el gobierno había acordado en su momento renunciar a la pena capital en favor de cadena perpetua. Sin embargo, en agosto de este año, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, revocó ese pacto, argumentando que ya no era válido. Sin embargo, el juez militar, coronel Matthew McCall, dictaminó que Austin actuó fuera de tiempo y excedió sus facultades, ratificando así el acuerdo.
Este fallo también da luz verde para que Mohamed y los otros dos acusados comparezcan ante el tribunal militar en la Base Naval de Guantánamo para declarar su culpabilidad de forma individual, aunque aún no se ha establecido una fecha para esta audiencia y se prevén posibles apelaciones.
La Perspectiva de la ACLU
Para la ACLU, esta decisión representa “la única solución práctica” tras dos décadas de complejas batallas legales. En un comunicado, el organismo afirmó que la pena de muerte no se alinea con los valores democráticos fundamentales de Estados Unidos, describiéndola como “inhumana, inequitativa e injusta”.
¿Qué Significa para el Futuro del Caso?
Mohamed y sus cómplices enfrentan cargos por terrorismo, secuestro de aeronaves, conspiración, asesinato en violación de las leyes de guerra y otros delitos graves. De realizarse un juicio completo, se estima que podría extenderse por al menos 18 meses. El general de brigada Jackie Thompson, quien coordina las defensas en Guantánamo, señaló que un acuerdo de culpabilidad negociado es “la mejor salida” para satisfacer tanto los intereses del gobierno y las víctimas como los de los acusados, ofreciendo un cierre a un proceso que ha permanecido en litigio desde hace más de dos décadas.
Este acuerdo podría cerrar uno de los capítulos más prolongados en la historia de la justicia estadounidense y reflejar la evolución de las políticas sobre la pena de muerte en casos de terrorismo en el país.