Las picaduras de alacrán suelen ser inofensivas para los adultos, pero pueden representar un grave riesgo para niños pequeños y adultos mayores. Así lo advierte la Clínica Mayo en Estados Unidos, especialmente tras un reciente incidente en la Ciudad de México, donde una mujer fue picada por un alacrán en la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo (STC). Este evento ha generado preocupación y ha motivado a los expertos a repasar síntomas y medidas de seguridad ante la Intoxicación por Picadura de Alacrán (IPPA).
¿Qué es la IPPA?
La IPPA se produce cuando el veneno del alacrán ingresa al cuerpo a través de su picadura, causando síntomas de envenenamiento que pueden variar de leves a graves. Según la Secretaría de Salud de México, las picaduras de alacrán son comunes en zonas rurales y áreas urbanas marginales de 16 estados, como Sonora, Oaxaca, Durango, y la Ciudad de México.
Síntomas de la picadura de alacrán
Los síntomas de la intoxicación por picadura de alacrán se dividen en tres categorías: leve, moderada y grave. Los casos leves incluyen dolor intenso y adormecimiento en el área afectada, mientras que los graves pueden presentar dificultad para respirar, alteraciones cardíacas, y pérdida temporal de la vista. En cualquier caso, la atención médica inmediata es crucial.
¿Qué hacer en caso de picadura?
La Secretaría de Salud de Michoacán recomienda las siguientes acciones:
- Mantén la calma.
- Lava la herida con agua y jabón.
- Aplica hielo para reducir el dolor.
- Busca ayuda médica inmediata y solicita el antídoto específico (Faboterápico Antialacrán).
Además, es importante evitar remedios caseros como torniquetes o automedicarse, ya que esto podría empeorar la situación.
Medidas de prevención
Para reducir el riesgo de picaduras, es recomendable mantener el césped corto, instalar mosquiteros, revisar la ropa de cama y los zapatos, y usar guantes al manipular materiales en áreas rurales. La Clínica Mayo también sugiere el uso de luz negra para identificar a los alacranes, ya que estos brillan bajo esta iluminación.
En resumen, si bien las picaduras de alacrán suelen ser manejables, es importante conocer las medidas de prevención y reacción, especialmente en zonas propensas a su presencia. La rápida respuesta puede ser la diferencia entre un susto y una situación grave, particularmente para los sectores más vulnerables.