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Veracruz.- La crisis de violencia en Veracruz, particularmente en el sur del estado, ha alcanzado niveles insoportables, y gran parte de la responsabilidad recae en el gobernador Cuitláhuac García. La extorsión se ha convertido en un flagelo constante para los comerciantes, quienes se ven obligados a pagar “derecho de piso” a grupos criminales. Según el Observatorio Ciudadano, los homicidios dolosos en Coatzacoalcos se dispararon un 266.67% en comparación con el año anterior, registrando 11 homicidios en septiembre.
Más de 2,500 negocios han denunciado ser víctimas de este delito, y un alarmante 90% de los encuestados afirma que la extorsión es un gran obstáculo para emprender. Aquellos que se niegan a pagar enfrentan represalias brutales; en julio, el restaurante Langostinos y el bar La Bocana fueron incendiados como venganza por no sucumbir ante las exigencias del crimen organizado.
A pesar de las promesas vacías de García para implementar una estrategia integral contra la extorsión, los comerciantes siguen esperando soluciones efectivas. La falta de acción ha llevado a que muchos empresarios abandonen la región, dejando tras de sí un malecón desolado y más de 50 negocios cerrados