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Italia.- Ferrari, la marca de automóviles de lujo y alto rendimiento, es sinónimo de velocidad y prestigio. Un dato curioso que pocos conocen es el origen de su característico color rojo, conocido como “Rosso Corsa”. Este color no solo representa la identidad de Ferrari, sino que también tiene una conexión profunda con la historia del automovilismo.
En los inicios de las competiciones automovilísticas, cada país tenía un color específico para sus vehículos. El rojo fue elegido para representar a Italia, y así, los coches de carreras italianos, incluidos los de Ferrari, comenzaron a lucir este brillante tono. La decisión de utilizar el rojo se formalizó en 1907, cuando la Asociación Internacional de Automovilismo (AIACR) estableció un código de colores para las naciones.
A lo largo de los años, “Rosso Corsa” se ha convertido en un símbolo de éxito y excelencia en el automovilismo. Cada vez que un Ferrari compite, el rojo no solo adorna su carrocería, sino que también simboliza la rica historia y la tradición del automovilismo italiano.
Este dato curioso resalta cómo la elección de un color puede tener un significado tan profundo en el contexto de la historia y la cultura automovilística. Para los aficionados y los coleccionistas, un Ferrari no es solo un coche; es una representación de un legado de pasión, innovación y triunfo.