Un desgarrador recordatorio de los peligros que puede acarrear la búsqueda de la estética ha conmocionado a Brasil, donde dos conocidas influencers, Aline Tamara Moreira de Amorim (37) y Beatriz Tavares da Silva Faria (27), perdieron la vida tras negarse a usar chalecos salvavidas durante un paseo en bote.
El trágico incidente ocurrió en las turbulentas aguas de la Garganta del Diablo, en el río Iguazú, cuando las mujeres regresaban de una animada fiesta. A pesar de las insistentes súplicas del equipo de seguridad, que advirtió sobre el peligro inminente, ambas influencers se negaron a usar los chalecos, argumentando que arruinarían su bronceado para las fotografías.
“Algunos no querían ponérselos porque estaban tomándose selfies… Dijeron que les estorbaban el bronceado”, reveló el comisario de policía de Sao Vicente, Marcos Alexandra Alfino, basándose en el testimonio del capitán del barco. Este último también indicó que había sido obligado a transportar a seis influencers, a pesar de que la embarcación solo tenía capacidad para cinco pasajeros. Esta sobrecarga fue un factor clave en el naufragio.
El yate, incapaz de navegar adecuadamente en las peligrosas aguas, volcó y, en un giro trágico, las dos mujeres cayeron al agua. Mientras el capitán intentaba desesperadamente salvarlas, la falta de chalecos salvavidas resultó fatal. Sus cuerpos fueron recuperados por los Bomberos Marítimos, después de quedar a la deriva en el mar. El cuerpo de Aline fue encontrado una semana después, en la playa de Itaquitanduva, donde había compartido imágenes de su día en el yate momentos antes de la tragedia.
Una sobreviviente del accidente, Vanessa Audrey da Silva, relató cómo logró salvarse al ponerse el chaleco salvavidas y aferrarse a una roca tras el volcamiento. Lamentablemente, sus compañeras no corrieron con la misma suerte.
Este trágico suceso no solo resalta los peligros de ignorar las normas de seguridad, sino que también plantea una reflexión sobre la obsesión por la imagen y la estética en las redes sociales. La búsqueda de un ‘like’ no debería nunca poner en riesgo la vida.