AGENCIA
Durango.- En la región lagunera, los hundimientos de tierra conocidos como dolinas o socavones son un fenómeno común, especialmente en terrenos calizos como los de Tlahualilo, Durango. Un reciente hallazgo ha puesto en el mapa tres de estos gigantescos agujeros, localizados por el grupo de exploradores Centauros de Tlahualilo, quienes han visitado y estudiado estos fenómenos naturales.
Según el geólogo Jorge Castañeda Nené, experto en geohidrología, estos hundimientos suelen ocurrir en terrenos cercanos a antiguos cauces de agua o junto a vías férreas, donde las vibraciones generan inestabilidad en el suelo. Castañeda explicó que una dolina puede formarse por la succión de agua a través de fracturas subterráneas o incluso por el impacto de meteoritos. “En la región lagunera se han registrado al menos 28 dolinas, principalmente paralelas al río Nazas y las vías del tren”, comentó.
En Tlahualilo, dos de los hundimientos más conocidos, conocidos como el Pozo y el Hundido, se encuentran en la zona de Las Morenas. Estas dolinas, capturadas en fotos por el piloto Erik Cepeda durante la búsqueda de un joven desaparecido, se han vuelto virales por su impresionante tamaño. Sin embargo, el hundido más famoso es el de La Zorra, ubicado en el ejido Nuevo San Pedro, con un diámetro de 50 metros y una profundidad de 90 metros.
Los exploradores advierten que el acceso a estas dolinas es complicado, y se recomienda acudir con un guía y equipo adecuado, ya que los caminos son peligrosos y accidentados.
El fenómeno de las dolinas es un recordatorio de los riesgos geológicos en la región y un tema de interés para geólogos y aventureros que buscan explorar estas maravillas naturales en las tierras desérticas de Durango.
