Con la llegada de octubre, las calles de México comienzan a llenarse de color y vida en preparación para el Día de Muertos. Este es un momento especial para honrar a nuestros seres queridos que han partido, y la ofrenda es el elemento central de esta celebración. En ella, se colocan flores, sal y agua, que simbolizan el vínculo eterno entre los vivos y los muertos. Sin embargo, un componente esencial y vibrante de las ofrendas son las frutas, cada una con su propio significado.
Frutas Tradicionales y su Significado
Las frutas que adornan las ofrendas no son elegidas al azar; cada una tiene un simbolismo profundo y refleja la riqueza de la temporada. Aquí te presentamos algunas frutas que puedes incluir en tu ofrenda y lo que representan:
- Guayabas, Manzanas y Plátanos: Aunque menos comunes, estas frutas de temporada aportan un toque de color amarillo, que en la cosmovisión de nuestros antepasados simboliza la madurez y la sequedad de los vegetales. Su presencia en la ofrenda evoca el ciclo de la vida y la muerte.
- Cañas: En la tradición, las cañas se combinan con un pan llamado gollete, glaseado con azúcar rosa. Juntos simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos y las cañas sostienen estos panes, imitando las varas en las que se ensartaban las calaveras.
- Mandarinas, Naranjas, Tejocotes y Calabazas: Estas frutas, con su vibrante color anaranjado, son esenciales en las ofrendas. Según la creencia, este color es visible solo para los muertos en su regreso del Mictlán. Por esta razón, es común crear caminos de pétalos de flor cempasúchil que guían a las almas hacia la ofrenda.
- Jícamas: Este tubérculo, que era una parte importante de la dieta prehispánica, simboliza el nacimiento y el origen, así como la decadencia y la enfermedad. Al ser cosechada en noviembre y diciembre, su presencia en la ofrenda refleja la conexión con la tierra y la gratitud por los alimentos.
El Significado de las Frutas en la Ofrenda
Las frutas en la ofrenda no solo son un regalo de la naturaleza, sino también una forma de rendir tributo a la tierra que nos alimenta. En la época prehispánica, el Día de Muertos coincidía con la celebración de las cosechas, y las frutas eran una forma de agradecer por los alimentos recibidos.
Además, según las leyendas mayas, se dice que los dioses formaron al hombre del maíz, un elemento que regresa a la tierra al morir. Por lo tanto, al incluir frutas y platillos en la ofrenda, se simboliza el ciclo de la vida y la energía que las almas toman de los frutos para regresar a su lugar de descanso.
Conclusión
Al preparar tu ofrenda este Día de Muertos, no olvides incluir una variedad de frutas que no solo embellecerán el altar, sino que también honrarán la rica tradición y simbolismo de esta celebración. Cada fruta cuenta una historia, y al ponerlas, estás conectando a tu familia con sus raíces y recordando a aquellos que ya no están. ¡Que tu ofrenda sea un reflejo de amor, respeto y gratitud!