Agencias
México.- En un innovador proyecto de rehabilitación, cuatro centros penitenciarios en México han cultivado flores de cempasúchil que no solo sirven como adornos, sino que también son comestibles gracias al tratamiento orgánico que han recibido de parte de las Personas Privadas de la Libertad (PPL). Durante los últimos cuatro meses, 30 internos e internas han cuidado de 579 plántulas, las cuales fueron adquiridas y trasplantadas a macetas, reveló Raúl Hernández, Jefe de la Unidad Departamental de Comercialización del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México.
El programa involucra a 22 internos del Centro Varonil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, la Penitenciaría de la Ciudad de México y el Centro de Ejecución de Sanciones Penales Varonil Oriente, así como a nueve mujeres del Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla. Las plantas han sido tratadas con productos naturales como lixiviado de humus de lombriz, extracto de algas marinas y repelentes naturales, promoviendo un cultivo respetuoso con el medio ambiente. Este esfuerzo no solo embellece los altares en las celebraciones del Día de Muertos, sino que también enriquece platillos, postres, helados y tés.
Hernández enfatizó que el objetivo es que las PPL se apropien de estas técnicas de cultivo, lo que podría facilitar su reinserción en la sociedad al ofrecerles habilidades para generar ingresos sin depender de la iniciativa privada. Las flores, que alcanzan entre 20 y 25 centímetros, serán trasplantadas en macetas decoradas y estarán a la venta la última semana de octubre en tiendas institucionales bajo la marca “Hazme Valer”. Además, se sembraron cempasúchil de piso, que superan un metro de altura, que se venderán por manojo a los visitantes de los centros penitenciarios. Con los excedentes, se enseñará a las PPL a elaborar repelentes naturales, lo que también se proyecta utilizar para mejorar la producción de huevos con yemas más intensas, generando así una conexión emocional y un sentido de proyección hacia el exterior.
