Efraín Hernández
El Buen Tono
Región.- Manuel Huerta, quien durante seis años ocupó un cargo clave en Veracruz como delegado federal del Bienestar sin dejar beneficios tangibles, ahora como senador sigue ignorando las necesidades del estado.
En su gestión, las carreteras federales y los hospitales sufrieron un grave deterioro, mientras los recursos que debían ser destinados a estos sectores fueron devueltos mañosamente al gobierno federal para financiar los programas sociales de López Obrador, como si Veracruz no necesitara de mantenimiento e infraestructura.
Esta corrupción no sólo dejó en el abandono a la infraestructura veracruzana, además profundizó el desvío de recursos en los programas del bienestar.
En Córdoba, uno de los principales responsables de operar estos programas es Óscar Carmona Oropeza, quien lejos de apoyar a los más necesitados, las irregularidades en la distribución de los apoyos son cada vez más evidentes, con denuncias constantes sobre el mal manejo de los fondos y el favoritismo a grupos políticos.
La corrupción se extiende a Zongolica, donde Jessica Viviana Victoria Atlahua tiene un manejo oscuro de los recursos y sin rendición de cuentas.
En Fortín, el presidente Gerardo Rosales Victoria también está implicado en esta red de corrupción. Bajo su administración, los apoyos se han utilizado como moneda de cambio para asegurar favores políticos.
