Ciudad de México – En una histórica sesión, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, con 472 votos a favor, la reforma al artículo 28 de la Constitución, que restablece el derecho del Estado mexicano a utilizar las vías ferroviarias para el transporte de pasajeros. Esta iniciativa, promovida por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, señala a los ferrocarriles como un área prioritaria para el desarrollo nacional, abriendo la puerta a la participación tanto de empresas públicas como de particulares.
El coordinador de Morena en el Palacio de San Lázaro, Ricardo Monreal, destacó que esta reforma representa un paso importante para recuperar la rectoría del Estado en el sector ferroviario, priorizando el transporte de pasajeros después de la privatización del sistema en los años 90, durante el mandato del ex presidente Ernesto Zedillo. Monreal subrayó que, si bien la reforma no implica la estatización de los ferrocarriles, será necesario establecer subsidios públicos para hacer viable el transporte ferroviario de pasajeros.
“Casi en todo el mundo, los trenes de pasajeros se generan a través de subsidios. Se está haciendo un cálculo actuarial para determinar el presupuesto necesario”, explicó Monreal en una entrevista posterior a la votación.
No obstante, la propuesta no estuvo exenta de críticas. Durante la discusión, el diputado del PRI, Rubén Moreira, advirtió sobre los riesgos de un posible endeudamiento del Estado al financiar este proyecto. “No he escuchado de dónde va a salir el presupuesto para todo esto. Ya lo veremos el próximo 15 de noviembre, cuando quede claro que, cuando menos, vamos a endeudar al país en un billón de pesos más”, manifestó Moreira, quien propuso que un porcentaje de los vagones o trenes se destine al transporte de pasajeros. Sin embargo, su iniciativa fue desestimada por la mayoría de Morena y sus aliados.
El dictamen ahora se encuentra en manos del Senado de la República, donde se espera su análisis y eventual ratificación, marcando así un hito en la política de transporte en México. La discusión en torno a esta reforma continúa generando expectativas y controversias sobre el futuro del sistema ferroviario nacional y su capacidad para atender las necesidades de movilidad de los ciudadanos.
