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Tijuana.- En Tijuana, la problemática de las adicciones y la vulnerabilidad de las personas en situación de calle ha suscitado diversas opiniones y preocupaciones sobre la intervención de la Patrulla Espiritual y la clínica de rehabilitación Jireh. Esta iniciativa tiene como objetivo recoger a personas sin hogar, a menudo conocidas como “tazos dorados”, para ayudarlas a dejar las drogas y encontrar un camino hacia la recuperación.
Los videos que circulan en redes sociales muestran cómo la Patrulla Espiritual se acerca a estos individuos en las calles. Les retiran objetos peligrosos, les proporcionan ropa y calzado, y les invitan a sanar a través de la religión. Sin embargo, al inicio de este proceso, no se les pregunta si desean rehabilitarse, lo que ha generado controversia.
A pesar de que muchos ciudadanos han aplaudido la labor de la Patrulla Espiritual, la legalidad de estas acciones ha sido cuestionada. El abogado David Cordero ha aclarado que la recolección de estos individuos por parte de la Patrulla es completamente legal. Según Cordero, los lineamientos nacionales permiten el ingreso involuntario a centros de tratamiento y rehabilitación de adicciones, lo que justifica las acciones de la Patrulla.
“Hay una brecha que probablemente usa nuestro amigo Chiquilín para poder levantar a los tazos dorados, la cual es la de los lineamientos nacionales para el ingreso involuntario a establecimientos residenciales de tratamiento y rehabilitación de las adicciones”, indicó Cordero en un video de TikTok.
Es importante señalar que muchas personas con adicciones suelen ser incapaces de buscar ayuda por sí mismas, ya que la dependencia al alcohol o las drogas puede ser considerada una enfermedad. En este contexto, muchas familias recurren a servicios de anexos para ayudar a sus seres queridos a dejar las sustancias. Sin embargo, la Patrulla Espiritual ha tomado una ruta distinta, recorriendo las calles de Tijuana en busca de personas en situación de calle que estén consumiendo drogas. Han encontrado a hombres en condiciones extremas, como aquellos cuyas extremidades están a punto de gangrenarse, e incluso individuos durmiendo entre ratas.
Cordero también destacó que Chiquilín, el líder de la Patrulla Espiritual, colabora exclusivamente con centros de rehabilitación regulados y permitidos. “Por lo que sabemos, Chiquilín trabaja con anexos legales y permitidos que seguramente sí atienden puntualmente estos lineamientos. Por si las moscas, no vayas crudo y en fachas al OXXO, no vaya a ser que te encuentres a la Patrulla Espiritual y te confundan con un tazo dorado”, concluyó el abogado en su publicación.
La intervención de la Patrulla Espiritual sigue generando un intenso debate en la comunidad, ya que si bien hay quienes celebran su labor, otros cuestionan la ética y la legalidad de sus métodos. La situación pone de relieve la compleja realidad de las adicciones y la necesidad de un enfoque que respete los derechos y la dignidad de las personas afectadas.