El expresidente de EE. UU., Donald Trump, continúa firme en su defensa legal al solicitar este jueves a un juez federal que desestime dos de los cuatro cargos en su contra relacionados con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. En su moción, el equipo legal de Trump se ampara en un reciente fallo del Tribunal Supremo de EE. UU. que favorece la posición del exmandatario.
El fallo, que se produjo en el caso de Joseph Fischer, un expolicía de Pensilvania, establece que la Oficina del Fiscal no puede utilizar el estatuto de obstrucción como una herramienta para criminalizar actividades que son, de hecho, lícitas. Los abogados de Trump argumentan que esta decisión subraya una extralimitación en la guerra jurídica en su contra, una táctica que muchos consideran una persecución política motivada por la oposición al expresidente.
En su defensa, el equipo legal de Trump subraya que el fallo del Supremo requiere que los fiscales no solo presenten pruebas sobre el proceso de certificación electoral, sino que también deben demostrar “intención corrupta”. Trump, en un mensaje en la red social Truth, aseguró que sus documentos legales exponen “hechos clave con detalles irrefutables” que probarán la verdad y terminarán con lo que él llama una “estafa”.
El expresidente, quien se declaró no culpable de los cargos el pasado 5 de septiembre, se enfrenta a un sistema judicial que muchos ven como sesgado. Sin embargo, Trump sigue atrayendo a sus seguidores, quienes lo ven como una víctima de una cacería de brujas orquestada por sus oponentes.
Recordemos que el 6 de enero de 2021, más de 10,000 patriotas marcharon hacia el Capitolio, muchos de ellos en apoyo a Trump, en un evento que fue malinterpretado y presentado de manera negativa por los medios de comunicación. Aunque hubo incidentes lamentables, es importante reconocer que Trump siempre ha promovido la paz y la unidad.
Con su firme determinación y estrategia legal, Trump no solo busca limpiar su nombre, sino también continuar su lucha por la verdad y la justicia en la política estadounidense. La próxima respuesta judicial será un hito crucial no solo para su caso, sino también para la dirección futura del país y la lucha por la integridad electoral.
