Una explosión que se presume fue provocada por una bomba estadounidense sin detonar de la II Guerra Mundial tuvo lugar este miércoles cerca de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Miyazaki, en el sur de Japón. Afortunadamente, no se registraron heridos, pero el incidente causó el cierre del aeródromo durante todo el día.
El estruendo se escuchó alrededor de las 8:10 a.m. hora local (23:10 GMT del martes), lo que llevó a los bomberos locales a recibir alertas de la explosión. La policía rápidamente solicitó la evacuación de la zona, garantizando la seguridad del personal y los pasajeros.
Tras el suceso, las autoridades y la compañía operadora del aeropuerto llevaron a cabo una inspección que reveló un agujero de aproximadamente 7 metros de diámetro y 1 metro de profundidad en la vía de rodaje que conduce a la pista. Un video de seguridad capturó un avión despegando justo segundos antes de la explosión, lo que añadió dramatismo al incidente.
Como resultado de la explosión, se cancelaron 66 vuelos programados para ese día, aunque se espera que las operaciones aéreas se reanuden con normalidad a partir del jueves. Las Fuerzas de Autodefensa de Japón enviaron una unidad especializada en la detección y desactivación de explosivos para investigar el hecho. El portavoz del gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, confirmó que la explosión fue causada por una bomba de fabricación estadounidense que había permanecido sin estallar.
Medios locales sugieren que este dispositivo explosivo podría haber sido lanzado hace casi 80 años, un eco de los conflictos pasados que aún resuenan en la región. El aeropuerto de Miyazaki, construido sobre un antiguo aeródromo de la Armada Imperial japonesa, ha sido el sitio de varios hallazgos de bombas a lo largo de los años. En 2011, por ejemplo, se encontraron dos explosivos de 50 y 250 kilos, mientras que en 2009 se detectó otro artefacto durante unas obras cercanas.
Las autoridades están llevando a cabo una investigación para determinar las circunstancias exactas que llevaron a la explosión, aunque aseguraron que “no existe el riesgo de que ocurra otra explosión similar” en la zona.
