Agencias
México.- Cada 2 de octubre, México conmemora la trágica Matanza de Tlatelolco, un evento ocurrido en la Plaza de las Tres Culturas donde más de 300 personas, en su mayoría estudiantes, perdieron la vida. A pesar de las investigaciones, la cifra exacta de decesos y heridos sigue siendo incierta, y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) considera este suceso como un acto de lesa humanidad. El movimiento estudiantil, que comenzó el 2 de agosto de 1968, reunió a estudiantes de diversas instituciones, así como a trabajadores, obreros e intelectuales, en una lucha por sus derechos.
Antes de la masacre, los estudiantes presentaron seis demandas, las cuales reflejaban su rechazo a la ocupación militar de sus planteles y su exigencia de libertad para los presos políticos, la derogación del artículo 145 del Código Penal, la desaparición del cuerpo de granaderos, la destitución de jefes policiacos, indemnizaciones a las familias de víctimas y el deslindamiento de responsabilidades. El 2 de octubre, el Ejército Mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia abrieron fuego contra los manifestantes en un acto que se justificó como una operación para desmantelar el Consejo Nacional de Huelga (CNH).
La noche de la matanza, a minutos de concluir el mitin, el ambiente se tornó violento cuando helicópteros sobrevolaron la plaza y, tras encender bengalas verdes, más de 5,000 soldados rodearon el área. Los francotiradores del Batallón Olimpia dispararon a quemarropa, y aunque se registraron cifras oficiales de muertos y heridos, se estima que la realidad fue mucho más devastadora, con miles de detenidos en el Campo Militar Número Uno. Este episodio, marcado por el grito “¡2 de octubre no se olvida!”, se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la impunidad y el recuerdo de las injusticias pasadas, manteniendo vivas las heridas del pasado para evitar la amnesia colectiva.
