En un momento significativo para la política mexicana, los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, Andrés Manuel López Beltrán y José Ramón López Beltrán, fueron vistos en el Zócalo de la Ciudad de México durante el discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum. En este evento, Sheinbaum presentó los 100 puntos clave de su plan de gobierno, marcando el inicio de su mandato como la primera mujer presidenta de México.
El Zócalo, lleno de simpatizantes y ciudadanos interesados, se convirtió en el escenario ideal para que la nueva presidenta expusiera sus prioridades, las cuales incluyen el empoderamiento de las mujeres, la distribución de medicamentos gratuitos y el fortalecimiento de la democracia. La presencia de los hijos de López Obrador no solo simboliza el legado político del expresidente, sino que también destaca la continuidad de un proyecto político que busca transformar al país.
Andrés Manuel, el mayor de los hijos, ha mantenido un perfil bajo, pero ha sido parte del entorno político y familiar del presidente. Por otro lado, José Ramón ha estado más involucrado en la esfera pública y ha expresado su apoyo a las políticas de su padre y a la administración de Sheinbaum.
Sheinbaum, quien ha prometido un gobierno inclusivo y participativo, espera que su administración marque una diferencia en la vida de los mexicanos, y la asistencia de figuras emblemáticas como los López Beltrán resalta el respaldo familiar y político que tiene en esta nueva etapa.
Este evento no solo fue un hito para la presidenta, sino también un recordatorio del impacto que la familia López Obrador ha tenido en la política mexicana contemporánea, mientras el país observa con atención el desarrollo del nuevo gobierno.
