En un discurso lleno de emoción y determinación, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo un firme compromiso con el pueblo de México al afirmar: “No voy a traicionar nunca al pueblo de México”. Este mensaje, pronunciado en el marco de su toma de posesión, subraya su dedicación a servir con integridad y transparencia.
Sheinbaum destacó que su triunfo representa un hito en la lucha por la igualdad de género, afirmando que “con este triunfo, las mujeres se empoderaron”. Esta declaración resuena con fuerza en un país donde la lucha por la equidad ha sido un tema constante. “No queremos nunca más volver a ser menos. Podemos ser lo que queramos ser”, añadió, enviando un mensaje claro de empoderamiento y posibilidad para las mujeres mexicanas.
La presidenta también señaló que el cargo que ahora ocupa no es solo un título, sino una “misión” que le fue encomendada por el pueblo. Este sentido de responsabilidad es fundamental en su enfoque de gobernanza, donde el bienestar de los ciudadanos será la prioridad.
Con estas palabras, Claudia Sheinbaum se posiciona no solo como la primera mujer presidenta de México, sino como una líder dispuesta a abrir caminos y construir un futuro más inclusivo y justo para todos. Su administración promete ser un capítulo significativo en la historia del país, marcado por el compromiso y la búsqueda de la igualdad.
La sociedad mexicana observa con esperanza este nuevo liderazgo, ansiosa por ver los cambios y avances que se avecinan en esta nueva era.
