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Estados Unidos.- Las aguas desbordaron la represa del lago Lure, en el condado de Rutherford, dejando a los habitantes de Chimney Rock y sus alrededores en un estado de shock. El centro del pueblo ha sido descrito como arrasado, con imágenes que muestran centímetros de barro y sedimentos, árboles arrancados de raíz, postes telefónicos rotos y edificios convertidos en escombros.
En el este de Tennessee, las autoridades del condado de Greene están en alerta, temiendo que la presa de Nolichucky esté al borde del colapso. Sin embargo, la Tennessee Valley Authority aseguró a última hora del sábado que la estructura se mantiene estable y segura.
El presidente Joe Biden, quien visitó las zonas afectadas, expresó su pesar: “La devastación que estamos presenciando tras el paso del huracán Helene es abrumadora. Jill y yo seguimos rezando por todos aquellos que han perdido a seres queridos y por todos los afectados por esta tormenta”.
Carolina del Sur ha registrado el mayor número de víctimas mortales, con un total de 24, muchas de ellas provocadas por la caída de árboles. En Georgia, el gobernador Brian Kemp informó sobre la muerte de diecisiete personas, incluidos niños, debido a los efectos del huracán, especialmente en la ciudad de Valdosta.
Por su parte, en Florida, el gobernador Ron DeSantis reportó once fallecidos en el estado. En Perry, en la costa del Golfo de México, se registraron olas de 4.5 metros, superando las vistas en huracanes recientes. En la zona costera de Steinhatchee, una marejada ciclónica de 2.4 a 3 metros desplazó casas móviles, según el servicio meteorológico.
