AGENCIA
Michoacán.- El desfogue de las presas hidroeléctricas La Villita e Infiernillo ha provocado el aumento de al menos tres ríos en la región Costa-Sierra de Michoacán, causando graves afectaciones. La crecida de los ríos ha partido carreteras y arrasado con 40 pequeños restaurantes ubicados a la orilla del Río Balsas, destruyendo el patrimonio de décadas de trabajo de sus propietarios.
La liberación de agua de la presa La Villita, situada en los límites de Michoacán y Guerrero, incrementó el caudal del Río Balsas, desbordando este afluente en el poblado de Guacamayas, municipio de Lázaro Cárdenas. La inundación afectó 49 enramadas, tradicionales establecimientos de comida y recreación, cuyos dueños vieron cómo el río arrasó con todo.
Karina, dueña de la “Enramada Esmeralda”, manifestó su indignación por la falta de aviso de las autoridades: “No avisaron que iban a vaciar la presa y cuando nos dimos cuenta ya teníamos el agua hasta la cintura”. La joven, que perdió 15 años de trabajo, lamentó que su único sustento fuera destruido.
Otro afectado es Don Raymundo García, quien operaba la “Enramada Bricia” desde hace 30 años. A sus 62 años, ha perdido todo su negocio. Entre lágrimas, pidió ayuda a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, a quien apoyó durante la campaña: “Ojalá ella venga a ayudarme”, expresó.
El vaciado preventivo de la presa La Villita comenzó el viernes por la tarde y continuará durante el fin de semana, según informaron las autoridades federales. Afortunadamente, no se han reportado víctimas humanas hasta el momento, pero el estado de alerta persiste debido a las lluvias intermitentes tras el paso del fenómeno meteorológico “John”, que afectó severamente a Guerrero y Oaxaca antes de extinguirse en la Sierra de Michoacán.
En el municipio de La Huacana, las intensas lluvias reblandecieron la tierra, provocando el colapso de un puente vehicular en la carretera libre Cuatro Caminos-Lázaro Cárdenas, a la altura de la comunidad de El Cupuncillo. La zona afectada incluye varios municipios como Huetamo, San Lucas, Apatzingán, y La Huacana, donde algunas comunidades permanecen incomunicadas y requieren ayuda urgente.
El gobierno estatal ha solicitado la declaratoria de desastre natural debido a los daños provocados por “John”. Las autoridades continúan monitoreando ríos y arroyos mientras se busca restablecer las comunicaciones y llevar víveres a las zonas más afectadas.
