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México necesita una esperanza

Superiberia

 

¡Maldita incertidumbre! Pocas cosas matan más que eso, más lento y doloroso. 

Este país se ha vuelto, en eso, el paraíso de la incertidumbre. Nada es verdad y nada es mentira. Van y vienen investigaciones periodísticas que tienen que ver con Ayotzinapa, van y vienen declaraciones de todos aquellos que piden renuncias, que incendian,
que odian. 

No puedo cuestionar el dolor de los padres. ¿Quién podría? En otras circunstancias, pero en mi casa atestigüé a mi madre sufrir la pérdida de tres de mis hermanos, el dolor no tiene parangón. 

Pero: ¿cuál es el límite de lo permitido por el dolor? ¿Cuántas protestas, cuántos incendios? Y sobre todo ¿quién está  cilindrando a los padres?. Entendido este término como el sembrarles dudas y profundizar las heridas del dolor, de la ausencia.

Pocas cosas se pueden justificar del actuar de este gobierno: soberbia, enojo fingido y créditos hipotecarios de Hinojosa. 

El señor de las casas batea más que Alex Rodríguez, construye y otorga más créditos que el Infonavit. 

Sólo dejó en estas líneas la certeza de que tiene un compadre que está en el área más sensible y más fallida del gobierno, la de comunicación, y espero que no le salga
una casa.

No dudo que muchos de estos ataques tienen dueño, que están basados en no ser favorecidos por las reformas y los contratos, pero las explicaciones no han sido suficientes. 

Para el ciudadano, percepción es realidad y los mexicanos ven una corrupción sin freno, una soberbia sin límites que llega a que nos regañen cuando dan explicaciones de las casas blancas, azules, manilalcas y las que se acumulen.

Lo que preocupa y no se ha dicho es la situación económica que se avecina. 

Por un lado el muy presionado tipo de cambio que ha superado la barrera de
los 15 pesos. 

El precio del barril de petróleo muy por debajo de los 60 dólares, más bien llega al techo de los 50 dólares por barril. 

Si bien es cierto, el gobierno fue previsor en la cobertura, lo que nadie sabe y nadie ha dicho es que esta cobertura se pagará hasta noviembre de 2015. 

Y mientras: ¿qué vamos a hacer? ¿Aumentar la deuda pública?
Peligrosa disyuntiva.

Mientras todo esto pasa, asistimos a una especie de autismo gubernamental. 

Me queda claro que al secretario de Comunicaciones y Transportes lo trajeron para que aguante la lluvia de ridículos. Primero la licitación del tren a Querétaro y su
penosa cancelación. 

Y ahora se avienta un discurso de apoyo al turismo en Guerrero en conjunto con la señora que no sabe de turismo, lo que no esconde, pero que sabe de política, cosa que no se ha notado en donde anuncia impresionantes descuentos en las rutas de todo transporte
a Guerrero. 

Le invito a que se meta, vaya o hable a Aeromexico para corroborar los descuentos y corrobore que éstos son efectivos a partir del 15 de enero. 

O sea nos vieron la cara de peinetas a los viajeros o las líneas a los funcionarios. Cualquier escenario es de tragedia. 

Aeroméxico sigue ofreciendo el segmento sencillo sobre los tres mil 500 pesos, o sea lo mismo. Cinismo, mentira o simplemente no pelar las instrucciones o planes oficiales.

Me queda claro que ante el panorama que enfrentamos, sólo queda una opción y es la de la esperanza. 

Y apelo a ella desde la barandilla de los ciudadanos. Los partidos políticos seguirán en su inútil discusión por ganar 2015 y posicionarse 2018. 

Los grupos interesados en destruir el país e impulsar una renuncia presidencial que no es viable en ningún sentido y menos encontrar quien pueda suceder a quien por la voluntad ciudadana llegó a la primera magistratura, le guste o le moleste a quien sea.

Y regreso a la opción ciudadana. Odio a ciudadanos victimizados. Odio que sólo gritemos pidiendo cambios al de enfrente cuando seguimos siendo una partida de corruptos hasta el más íntimo ámbito. 

El respeto a la ley, que nos da tanta hueva, porque nos justificamos en que los gobernantes no la respetan. Siendo una persona acostumbrada a las pérdidas personales, detesto el dolor de los padres de los 43. 

Detesto, más, la inmovilidad de este país al respecto, además de quedarnos llorando la pérdida y no podamos capitalizarla. 

Si la conclusión es que los 43 chavos que asesinaron es consecuencia de la impunidad en los diferentes niveles de gobierno y ello genera el incendio del país, habrán
muerto en vano.

Si su muerte es un impulso para pedir un alto a la corrupción e impunidad, si su muerte es una revisión de los equilibrios de poder que han permitido que la ley se aplique a veces y que se permita incendiar al país serán otros 43 muertos más; sumándose a las cifras oficiales de 22 mil desaparecidos.  

Serán otros 43 en 17 años que se sumarán a los 45 de Acteal, que al paso de los años la SCJN acaba de declarar sin culpables
de su crimen.

La disyuntiva es clara, o se aplica la ley para todos o permitimos el incendio del país. 

Que venga Nerón e incendie México y si es de interés para los grupos de extrema izquierda tendrán como botín las ruinas humeantes de un México enfrentado
y polarizado. 

La otra opción es que los ciudadanos de forma decidida nos sumemos a la esperanza y la transformación. A partir de la formación de nuevas fuerzas políticas limpias y con interés por México. 

Nuestro sistema de partidos está agotado. Sus integrantes están ahí no por amor al país, sino para salir de jodidos y convertirse en los nuevos ricos que transformen su vida por contratos y prebendas. 

Los ciudadanos somos las fuerza del cambio, los capaces de restablecer la esperanza. 

Si no lo hacemos le apuesto querido lector que de hoy a un año, esta columna estará relatando tragedias inconmensurables. Se necesitan héroes, se necesitan estadistas, se necesitan, quizá, sólo buenos mexicanos. 

Hoy tenemos el descanso de la desconexión navideña. Esa es nuestra magia. 

Que puede haber 43 desaparecidos, pero pueden esperar hasta el 7 de enero. Guadalupe-reyes ¡dixit!

En el estribo.-  Dicen los analistas que la ministra, Margarita Luna Ramos, ya tiene un voto en su lucha por ser la presidenta
de la SCJN. 

¡El suyo! Reitero que es una buena jurista y formada en el poder judicial, que sin duda desempeñaría una buena labor al frente del Poder Judicial. Pero en otro momento, en el cual se debiera de privilegiar la política.

 Hoy la espiral de impunidad exige no a un hombre, no me mal interpreten, la figura de fuerza, de contundencia y de autoridad y ella no la tiene. 

Por otro lado siendo que su hermano José Alejandro Luna Ramos preside el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, me parece que sería peligroso dejar en manos de la misma familia el control absoluto del Poder Judicial, que al efecto integran la SCJN, el Consejo de la Judicatura Federal y el Tribunal Electoral, los primeros dos que serían presididos por la hermana y el último por el hermano.

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