En un giro inesperado de eventos, el submarino nuclear más reciente de China se hundió durante la primavera en el astillero naval de Wuchang, a pesar de los esfuerzos del país por ocultar el incidente, según informaron funcionarios de defensa estadounidenses. Este suceso, que ha despertado la atención de medios como The Wall Street Journal y CNN, marca un importante revés para el programa de armamento chino, considerado por el Pentágono como su “principal desafío” a largo plazo.
La noticia salió a la luz gracias a imágenes satelitales que documentan el destino del submarino, el primer de la clase Zhou, parte de la nueva línea de buques de combate de China. Una imagen del 10 de marzo muestra al submarino atracado en el puerto, mientras que las imágenes de junio revelan que el submarino nunca regresó a su muelle, lo que suscita serias dudas sobre su estado.
Un alto funcionario de defensa estadounidense comentó al respecto: “No es sorprendente que la Armada del Ejército Popular de Liberación intente ocultar el hecho de que su nuevo submarino de ataque de propulsión nuclear, el primero de su clase, se hundió en el muelle”. Esta afirmación subraya la importancia del incidente en el contexto de la creciente rivalidad militar entre Estados Unidos y China.
El investigador Tom Shugart, del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, fue quien identificó el suceso al estudiar imágenes satelitales de astilleros chinos. Shugart notó una inusual concentración de grúas en el lugar, lo que sugiere que se llevaron a cabo esfuerzos para recuperar el submarino hundido. Aún no se ha confirmado si el submarino transportaba combustible nuclear al momento del hundimiento, pero expertos externos indican que esta posibilidad es probable.
Este incidente pone de relieve los desafíos que enfrenta China en su ambiciosa misión de modernizar su armada y diversificar la producción de submarinos de propulsión nuclear, con la intención de establecer un ejército que compita a nivel global con el de Estados Unidos. A medida que el panorama geopolítico continúa evolucionando, el mundo estará atento a las repercusiones de este evento en el futuro de la seguridad marítima en la región.