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Alpatláhuac.- Ciudadanos exigieron a las autoridades municipales remover el derrumbe de la carretera hacia Oteapa San Martín, pero hacen caso omiso, lo que también es corrupción.
La situación en la vía de comunicación, dijeron, se volvió insostenible para los usuarios que a diario utilizan el paso.
Indicaron que el derrumbe, que representa un peligro tanto para los automovilistas como para los peatones, permanece sin atención de las autoridades municipales, lo que generó un clamor colectivo entre los habitantes de la zona.
Dijeron que solicitaron de manera reiterada la intervención del gobierno local para limpiar y reparar la vía afectada. Sin embargo, hasta el momento, sus llamados han sido ignorados, lo que pone de manifiesto una preocupante desidia de las autoridades responsables.
La falta de acción expone a la comunidad a riesgos innecesarios, pero también alimenta la idea de corrupción dentro del sistema municipal.
Los ciudadanos se cuestionan si hay intereses ocultos que están impidiendo una respuesta adecuada ante esta emergencia.
“No es sólo un tema de falta de recursos, sino de voluntad política para resolver problemas que afectan a las personas”, afirmó un vecino.
Las consecuencias de la holgazanería y omisión de los funcionarios locales son evidentes.
La carretera, vital para el acceso y la comunicación de varias comunidades, se tornó difícil de transitar.
Los pobladores están preocupados por su seguridad, así como por la posibilidad de que este problema impacte negativamente en la economía local, al obstaculizar el transporte de productos y servicios.
La indiferencia del gobierno municipal frente a esta situación es injustificada. Es urgente que las autoridades escuchen y actúen para cumplir con su deber, pero también para demostrar que están realmente comprometidas con el bienestar de la comunidad que representan.
La demanda es clara: la remoción del derrumbe y el restablecimiento de la carretera son imperativos.
Los ciudadanos insistirán hasta que se tomen las medidas necesarias.
El tiempo de actuar es ahora, antes de que la falta de respuesta se traduzca en consecuencias más graves para Alpatláhuac.