Efraín Hernández
El Buen Tono
Amatlán.- A más de un mes de que la Policía Municipal retomara el control de la seguridad, sus elementos siguen operando sin armamento, lo que pone en evidencia la desatención del presidente municipal, Luis Arturo Figueroa Vargas, hacia la protección de sus ciudadanos.
Las armas fueron retiradas en mayo de 2022, cuando la Fuerza Civil asumió la vigilancia del municipio. Sin embargo, el 10 de agosto, al retirarse esta corporación, también se llevaron el armamento municipal, dejando a la policía local indefensa.
Este vacío en la seguridad refleja la indiferencia del alcalde, quien está más concentrado en impulsar la candidatura de su esposa, Daniela Alfaro Canseco, actual presidenta del DIF, a la presidencia municipal por Morena.
Las aspiraciones políticas de Figueroa Vargas están más enfocadas en mantener el control del ayuntamiento para encubrir los desvíos financieros, mientras la población permanece vulnerable ante la delincuencia por la falta de una fuerza policial debidamente equipada.