DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
Tezonapa.- La creciente ola de inseguridad en la zona cañera, que colinda con los municipios de Tezonapa, Cosolapa y Cuichapa, ha generado un clima de miedo entre los maestros de la región.
La secretaria general del Sindicato Unificador Magisterial (SUMA), María Minelia Córdoba Herrera, afirma que al menos una veintena de docentes han sido privados de su libertad en los últimos meses, lo que ha provocado que muchos profesores se nieguen a continuar trabajando en esa área por temor a ser “levantados”.
“Tenemos bastantes casos en materia de inseguridad. Nos dicen que hay levantones e incluso balaceras. Hemos reportado alrededor de 20 casos”, explicó Córdoba Herrera, al resaltar la gravedad de la situación.
La dirigente magisterial señaló que, ante estos hechos violentos, han tenido que retirar a los maestros afectados de sus zonas de trabajo y brindarles orientación para su seguridad.
El temor es palpable entre los docentes, quienes enfrentan un dilema entre cumplir con su labor educativa
y salvaguardar su integridad física.
La situación ha afectado gravemente el sistema educativo en estas comunidades rurales, donde el acceso a la educación ya era limitado debido a la lejanía y las condiciones económicas. Con la violencia y los secuestros incrementándose en la zona, la cobertura educativa podría seguir deteriorándose, afectando a miles de estudiantes.
María Minelia Córdoba hizo un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para que refuercen la seguridad en la región y protejan a los maestros que arriesgan su vida al seguir impartiendo clases en estas áreas peligrosas. «No podemos permitir que la inseguridad siga desangrando al magisterio y afectando la educación de los jóvenes», concluyó.
La violencia en la zona cañera, asociada en parte al crimen organizado, continúa siendo un problema sin resolver que afecta a diferentes sectores de la sociedad, siendo el gremio magisterial uno de los más vulnerables en los últimos tiempos.
