En la penumbra de la noche, cuando el viento susurra entre los árboles y la luna apenas se asoma, una inquietante figura ha perturbado la tranquilidad de un pueblo texano. Michael “Dumas” Demel, residente de 49 años de Schulenburg, ha capturado imágenes enigmáticas que han dejado perplejos a expertos y habitantes por igual. Las fotos, tomadas por una cámara trampa en las afueras de Dublín, al noreste de Dallas, muestran a una criatura de aspecto extraño que camina sobre cuatro patas desiguales, con bultos prominentes en su espalda.
La criatura, visible en las imágenes en blanco y negro, ha provocado una avalancha de teorías entre los vecinos. Algunos sugieren que se trata de un “skinwalker”, un ser temido en la tradición navajo que tiene la capacidad de transformarse en cualquier animal que desee, como lobos, búhos o ciervos. Otros especulan sobre un posible encuentro con extraterrestres, mientras que algunos incluso han planteado la posibilidad de que se trate del mítico chupacabras.
El Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas, tras examinar las imágenes, declaró que “debido a la calidad de la imagen, no es posible una identificación positiva del animal” y añadió que la criatura era “demasiado pequeña para ser un ciervo de cola blanca”. Demel, que utiliza tres cámaras de caza en diferentes áreas, explicó que esta era la única imagen que mostraba a la criatura en cuestión.
En la leyenda navajo, los skinwalkers son antiguos curanderos que, corrompidos por su propio poder, se convirtieron en seres malignos con habilidades sobrenaturales. El término navajo para skinwalker es yee naaldlooshii, que se traduce como “por medio de él, camina a cuatro patas”. Se cree que, en su forma humana, estos seres tienen ojos rojos brillantes y rasgos animalescos apenas ocultos bajo una apariencia humana. A menudo, usan sus formas animales para engañar a los desprevenidos y alimentarse de su miedo.
La leyenda sostiene que los skinwalkers caminan entre los vivos y los muertos, usurpando identidades y robando la esencia de sus víctimas. Sus ojos brillantes en la oscuridad y su presencia aterradora han hecho de ellos figuras temidas en el folclore estadounidense, especialmente entre los nativos americanos que vivían en la zona.
Aunque el misterio persiste, el avistamiento ha reavivado el interés por las leyendas de los skinwalkers y el folklore relacionado. Mientras tanto, la inquietante imagen sigue desafiando explicaciones y alimentando la fascinación por lo inexplicable.