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Internacional.- Christian Horner, jefe de Red Bull Racing, confirmó recientemente lo que Checo Pérez había advertido desde el Gran Premio de Barcelona en 2023: el auto tenía fallas. Aunque Max Verstappen ganó aquella carrera, el equipo ignoró las advertencias del piloto mexicano. Según Horner, el problema en el desarrollo del RB20 comenzó con una mejora fallida en los bajos del auto durante ese evento, lo que desencadenó una serie de dificultades que Red Bull sigue arrastrando.
Checo, por su estilo de conducción más sensible, percibió los déficits desde ese momento, pero el equipo no tomó en serio sus comentarios, ya que Verstappen continuaba dominando. “Simplemente no lo tomamos demasiado en serio porque Max siguió ganando”, declaró Horner a Auto Motor Sport.
Este error ha llevado a Red Bull a una situación difícil en la temporada actual. Perdieron el liderato del Campeonato de Constructores en Azerbaiyán, y la ventaja de Verstappen en el Campeonato de Pilotos ha disminuido a solo 59 puntos frente a Lando Norris. Ambos pilotos de Red Bull están lejos de los podios, algo que pudo haberse evitado si el equipo hubiera prestado atención a las advertencias de Pérez en su momento.
Checo describió aquella carrera en Barcelona como un “punto de inflexión”, tras remontar del puesto once al cuarto sin poder llegar al podio. Ahora, Red Bull enfrenta el desafío de corregir los errores si no quiere perder ambos campeonatos.