AGENCIA
Mexicali, Baja California.- A través de las redes sociales, la historia desgarradora de Dulce ha capturado la atención de la comunidad, quien expone el “infierno” que vive tras la presunta agresión sexual a su hija en el jardín de niños “Graciano Viniegra”. La menor, de apenas unos años, le reveló a su madre que había sido víctima de abuso por parte de sus maestros, lo que ha llevado a Dulce a presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Baja California.
Los hechos supuestamente ocurridos el pasado lunes 09 de septiembre de 2024, han sido narrados por Dulce en sus perfiles de Facebook y TikTok. La angustia de una madre que busca justicia se hace palpable en sus palabras. Relata que, al recoger a su hija del kínder, la menor le expresó que sentía dolor en su parte íntima. Con el corazón en vilo, Dulce intentó revisarla, pero su niña, entre lágrimas, se negó a ser tocada.
Intrigada y alarmada, Dulce contactó a la maestra de su hija para saber si había ocurrido algo inusual durante el día. La respuesta que recibió fue desconcertante: la docente aseguró que la menor no había presentado ningún malestar. Desesperada por la situación, Dulce llevó a su hija a una clínica, donde un médico le confirmó que la niña mostraba signos de haber sido lastimada.
“Me comentaron que debía estar atenta a posibles síntomas de abuso. Mi mayor miedo se hizo realidad cuando comencé a dudar de la seguridad de mi hija”, narró Dulce. Fue en un intento por obtener respuestas, mientras estaba en el automóvil, que la pequeña contó entre llantos que había estado con un maestro y una maestra en el baño, y que estos se habían cubierto para que no pudiera reconocerlos.
A raíz de esta dolorosa revelación, Dulce grabó la conversación y la compartió en redes sociales, donde se escucha a la niña describiendo su experiencia aterradora. La madre también ha denunciado que la directora del kínder, al intentar dar explicaciones, afirmó que tanto los docentes como los niños utilizan los mismos baños, lo que aumentó su preocupación.
Con el corazón roto, Dulce ha revelado que su hija ha sido enviada a terapia emocional tras el presunto abuso y presenta episodios frecuentes de ansiedad. “Desde ese día, no ha dejado de llorar, se niega a usar el baño, y en las noches se despierta gritando: ‘no me toques, no me toques'”, compartió la madre entre lágrimas.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, Dulce sostiene que los presuntos responsables aún siguen laborando en el kínder, mientras la investigación avanza. Junto a otros padres de familia, ha comenzado a manifestarse frente al plantel educativo, demandando su cierre y pidiendo que se tomen medidas urgentes para garantizar la seguridad de los niños.
La comunidad observa con atención el desarrollo de este caso, mientras Dulce continúa luchando para que su voz y la de su hija sean escuchadas, clamando justicia y un cambio en la protección de los más vulnerables.
