Barcelona.- El Barcelona se aferró a su tridente mágico ( Messi-Neymar-Suárez) para derrotar al París Saint-Germain, devolverle el 3-1 que encajó en el Parque de los Príncipes , casa del PSG para acabar líder de su grupo, lo que le permitirá disputar en casa el partido de vuelta de los octavos de final, como era su deseo.
Objetivo cumplido y punto. En un partido gris, discreto y aburrido de los azulgranas, lo mejor fue el resultado, conseguido gracias a la calidad de sus tres puntas, que marcaron por primera vez en el mismo encuentro.
Con Alves sancionado, Montoya y Douglas de nuevo en la grada, Luis Enrique resolvió lo del lateral derecho con una alineación revolucionaría formada por tres centrales, con Mascherano y Sergio Busquets juntos en el centro del campo y Pedro de carrilero. Al once regresó Iniesta, pero de él desaparecieron Xavi y Rakitic, quien se ha convertido en carne de banquillo cada vez que llega un partido grande. Preocupante, pero al fin victoria de los de Luis Enrique que, eso sí, ya esperan rival en el bombo de octavos como primeros de grupo, en esta Champions.
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