Efraín Hernández
EL BUEN TONO
Calcahualco.- La administración de Guadalupe Rosas Carrillo sigue acumulando fallos que no solo afectan la infraestructura de Calcahualco, sino que ponen en peligro la salud de sus habitantes. Desde que asumió el cargo, las denuncias de agua contaminada no han cesado, mientras la munícipe parece más preocupada por su imagen política que por resolver los problemas que ahogan al municipio.
Pobladores han alzado la voz, hartos de recibir agua con mal olor, lo que solo refleja la negligencia con la que se han manejado los servicios básicos. El colmo llegó cuando una familia descubrió una serpiente muerta obstruyendo el suministro de agua. Este hecho, que debería encender las alarmas, parece no haber sido suficiente para que Rosas Carrillo asuma responsabilidad alguna.
En lugar de mostrar resultados, la alcaldesa ha permitido que Calcahualco retroceda con obras públicas plagadas de irregularidades y una gestión que está lejos de responder a las necesidades de la población.