En un editorial contundente publicado en el semanario católico Desde La Fe, la Arquidiócesis Primada de México ha planteado serias dudas a los legisladores federales sobre la rapidez con la que se está impulsando la reforma al poder judicial federal. La jerarquía católica ha exigido una explicación sobre la urgencia de aprobar la reforma sin un debate profundo sobre el tipo de justicia que México necesita y quiénes deben administrarla.
La publicación, que salió este domingo, subraya que México está atravesando un momento crucial en su historia. Aunque reconoce la importancia de la reforma judicial, la Arquidiócesis argumenta que esta no debe llevarse a cabo a expensas de un diálogo exhaustivo y una consideración amplia de las diversas opiniones. La reforma judicial es, sin duda, una prioridad, pero debe ser abordada con el tiempo y la reflexión necesarios para asegurar que todas las voces sean escuchadas y que la justicia sea administrada de manera efectiva en todos sus niveles.
En su crítica, el editorial destaca que la propuesta de reforma actualmente en discusión en el Senado no representa una revisión integral del sistema judicial ni garantiza una mejora en la impartición de justicia. Por ello, se cuestiona la prisa con la que se están tomando decisiones en los últimos días. “¿Por qué la prisa? Si quien corre jamás será capaz de escuchar con claridad. ¿Por qué la prisa? Cuando no se ha realizado el diálogo que demanda nuestra democracia”, son algunas de las preguntas que la Arquidiócesis ha planteado a los diputados y senadores.
El editorial también pone de manifiesto que la unidad y la fortaleza de una nación se basan en la inclusión de diversas opiniones y en un proceso de deliberación robusto. La Arquidiócesis insta a los legisladores a no imponer una visión radical, sino a aprovechar esta oportunidad histórica para construir un sistema judicial que refleje la unidad y la diversidad de criterios de la sociedad mexicana.
Finalmente, la Arquidiócesis expresa que si los legisladores actúan de acuerdo con estos principios, el pueblo mexicano lo reconocerá y valorará. La solicitud es clara: proceder con la reforma judicial de manera que respete el diálogo, la reflexión y la participación ciudadana.
