AGENCIA
Filipinas.- El asteroide 2024 RW1 cruzó el cielo de Filipinas la tarde del 4 de marzo, tal como había pronosticado la Agencia Espacial Europea (ESA). Este cuerpo celeste, de aproximadamente un metro de diámetro, ingresó a la atmósfera de la Tierra y se desintegró en el aire en forma de una espectacular “bola de fuego”. El evento marcó uno de los primeros aciertos de alta precisión del sistema de alerta de objetos cercanos al planeta, predicho con solo unas horas de antelación.
La ESA destacó que, hasta la fecha, solo nueve asteroides han sido detectados antes de su impacto con la Tierra. El 2024 RW1 fue descubierto en la mañana del 4 de marzo y se calculó su llegada exacta a las 16:46 (UTC), cerca de la Isla Luzón, en Filipinas, cumpliendo con el pronóstico de la agencia.
“Es una buena noticia, muestra que estamos mejorando nuestras capacidades de defensa planetaria”, publicó la ESA en su cuenta de X. Desde el principio se descartó cualquier riesgo para la población filipina, dada la pequeña dimensión del asteroide.
La alerta temprana permitió a muchos habitantes de la región preparar sus cámaras para captar el fenómeno. Aunque el evento ocurrió en medio de una tormenta, la oscuridad de la noche en Filipinas ofreció un escenario ideal para observar la desintegración del asteroide desde varios puntos.
Los asteroides como 2024 RW1 se desintegran al entrar en la atmósfera debido a la fricción y la presión interna generada en su paso por las capas de gases terrestres. Para que un asteroide llegue a impactar la superficie, generalmente se requiere una mayor masa y una composición más resistente, como los metales.
El último evento similar ocurrió en enero de 2024, cuando el asteroide 2024 BX1 fue detectado tres horas antes de su entrada a 50 kilómetros de Berlín.
La ESA informa que un asteroide de menos de un metro de diámetro llega a la Tierra aproximadamente cada dos semanas. Si bien no representan un peligro significativo, su observación es crucial para estudiar su composición y entender mejor cuántos asteroides pequeños orbitan cerca de nuestro planeta.