México.– Javier Hernández Valencia, representante de la oficina del Alto Comisionado para Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en México, advirtió que los padres de los 43 estudiantes que desaparecieron, después de que fueron atacados por la Policía de Iguala, están en riesgo por una campaña que intenta “demonizar” a sus hijos desaparecidos.
En una entrevista con The Guardian, Hernández Valencia manifestó que los padres y los manifestantes que piden justicia necesitan protección en medio de una campaña que intenta denigrar a los normalistas que desaparecieron hace más de diez semanas.
“Algunos están empezando a difamar e insultar a los estudiantes desaparecidos, y a demonizar a sus padres y sus demandas”, alertó Hernández, en una conversación con el corresponsal, Jo Tuckman.
“La gran ola de protesta generada por el caso de los 43 estudiantes necesita ser protegida”, dijo. También alertó por la presencia de personas violentas en las manifestaciones, ya que están causando un daño que se extiende a los padres de los desaparecidos. “Desafortunadamente, estas actitudes están afectando la forma en la que se manejan las manifestaciones, y la respuesta de la Policía a la violencia”, dijo. El corresponsal de la publicación británica dijo que el caso Ayotzinapa ha generado ira entre la población, porque involucra a policías locales corruptos ligados a una banda criminal.
Por ello, varias marchas han terminado con “brotes de violencia alimentada por las tácticas policiales de mano dura, y la supuesta presencia de agentes provocadores entre los manifestantes”, refirió. Jo Tuckman escribió en la publicación que la reacción hostil hacia los estudiantes se ha centrado a menudo en la reputación “radical” de la normal de Ayotzinapa.
Recordó que dos de los guerrilleros más famosos del país, de la década de 1970, estudiaron en dicha escuela, donte incluye en su plan de estudios clases que refieren a la “lucha social”. Por otro lado, el representante se refirió a los tweets publicados en contra de los estudiantes, donde se acusa a los desaparecidos de “vándalos sangrientos”, junto con insultos racistas y referencias a su pobreza. Numerosos chistes han utilizado el anuncio del Gobierno, que cree que los estudiantes fueron, probablemente, masacrados en un vertedero de basura para luego ser quemados. Esta semana, un chiste decía: “Los Juegos del Hambre: Ayotzinapos en Llamas”.
Emiliano Navarrete, cuyo hijo desaparecido, José Ángel, de 17 años de edad, dijo al corresponsal de The Guardian que “la gente se siente impotente y enojada por una buena razón. El presidente Enrique Peña Nieto no ha asumido su responsabilidad y tiene que hacerlo. Por otro lado, el Ejército estaba allí cuando fueron secuestrados y no hizo nada. El Gobierno Federal sabía qué tipo de Gobierno había en Iguala, sabía que Iguala era un cementerio clandestino”.
El representante de las Naciones Unidas aseguró que “lo que nos queda claro es que los jóvenes no fueron desaparecidos por un hecho de la naturaleza, sino que se dio por desaparición forzada por parte de una acción en la que son responsables funcionarios estatales, que eran servidores públicos ”.
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